Carlos Briones, investigador del CSIC: “A día de hoy no se puede afirmar que exista vida fuera de la Tierra”

La Vía Láctea es la galaxia en la que se encuentra el Sistema Solar y, por tanto, el planeta tierra. Su diámetro ronda los cien mil años luz. Sus estrellas se cuentan por decenas de miles de millones. Su edad se calcula en los 13.600 millones de años. Cifras que se escapan al entendimiento de la mayoría. Aún así, la Vía Láctea es solo un punto minúsculo dentro de la infinidad del universo. Situados en este contexto espacial, en 'La Noche de Adolfo Arjona' planteamos una de las grandes preguntas de la humanidad que aún hoy siguen sin respuesta: ¿hay vida fuera de la Tierra?

La palabra 'vida' tiene hasta 18 acepciones diferentes en el diccionario de la Real Academia Española. Del “hecho de estar vivo” a la “duración de una cosa” o la “viveza o ardor, especialmente de los ojos”. Es un término que engloba desde lo más sencillo, nuestro día a día, hasta lo más trascendental, nuestra propia existencia. Pero... ¿qué se considera vida fuera de la Tierra?

VIDA FUERA DE LA TIERRA

El investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas en el Centro de Astrobiología, Carlos Briones, dirige un grupo que investiga sobre el origen y la evolución temprana de la vida, y el desarrollo de biosensores para buscar seres vivos fuera de nuestro planeta. Entre sus libros, uno titulado '¿Estamos solos? En busca de otras vidas en el Cosmos', de la editorial Crítica. En 'La Noche de Adolfo Arjona', Briones asegura que “con los datos que tenemos hasta ahora” no se puede afirmar que exista vida fuera de la Tierra.

Al abordar este concepto, el experto explica que hay “científicamente se considera que algo está vivo cuando se replica y evoluciona... eso es lo que vamos buscando en otros lugares”. En cuanto a las condiciones que se tienen que dar para que exista vida, Briones menciona la “presencia de agua en estado líquido, átomos de carbono, de nitrógeno, de oxígeno, de hidrógeno, de fósforo, de azufre... es decir, los componentes esenciales de nuestra química orgánica y, en tercer lugar, una fuente de energía que permita que se produzcan esas reacciones químicas que van a llevar a que los seres estén vivos”.

PLANETAS Y SATÉLITES

En este sentido, hay que buscar “zonas, que pueden ser planetas o satélites, donde estén estas condiciones que decíamos y, a partir de ahí, si tenemos la suerte de que esos lugares estén cercas, podemos mandar nuestros robots para investigar, como se está haciendo en Marte o como pronto haremos en las lunas de Júpiter o, si no, nos tendemos que conformar con mirar por los telescopios”.

Actualmente, el “principal punto” de las investigaciones sobre la vida fuera de la Tierra es Marte. “Cuando aquí empezó la vida hace unos 3.800 millones de años, allí las condiciones químicas eran muy parecidas, así que estamos buscando trazas o restos de esa vida”. “También podríaber vida en las nubes de Venus”, añade Briones. Además, en los satélites de Júpiter y de Saturno también podrían darse las condiciones por la presencia de agua líquida.

VIDA INTELIGENTE

“Estamos buscando vida microbiana, bacterias... con eso estaríamos más que satisfechos, pero el paso siguiente es si esa vida unicelular ha dado lugar a una vida más compleja, como sí ocurrió en la Tierra, dando lugar a animales y a animales pensantes, inteligentes, como somos nosotros”.

Por “vida inteligente” entendemos “la capacidad de pensamiento abstracto, de desarrollar un lenguaje complejo, de crear arte, de poder referirnos a cosas que no son el aquí y el ahora... la única especie en nuestro planeta que tiene ese grado tan complejo de inteligencia somos los humanos y algo así estaríamos buscando en el caso de que nuestro foco sea la vida inteligente fuera de nuestro planeta”.

“Las posibilidades de que la vida haya surgido en algún lugar son inmensas y son altas las posibilidades de que haya algún tipo de vida inteligente”, asegura el investigador del CSIF, pero “la pregunta que surge es si podríamos llegar a comunicarnos con ellos” y, para que eso ocurriera, “tendríamos que estar lo suficientemente cerca y haber coincidido en el tiempo, esa es la clave porque imagina que otra vida inteligente hubiera intentado comunicarse con nosotros durante la Edad Media, estábamos ocupados en otras cosas y no teníamos receptores de ondas de radio todavía, entonces sus señales habrían pasado inadvertidas y ahora nos puede pasar lo mismo”.

Adolfo Arjona le preguntaba a Carlos Briones, en su opinión formada como investigador, qué probabilidad hay de que encontremos vida inteligente extraterrestre. El experto respondía: “Muy baja probabilidad”. “Hay poca probabilidad de encontrar vida... pero aún es más baja la probabilidad de encontrar vida inteligente extraterrestre”, sentencia. “En Ciencia buscamos más vida que vida inteligente”, añade.