Christie, Gacy y Santos: asesinos de cine

Sus crímenes fueron recuperados por directores de cine y guionistas para ser convertidos en películas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Se trataba de un hombre con graves desajustes mentales. Sus actos perversos le llevaron a ser conocido como “el estrangulador de Rillington Place”. Este siniestro personaje sólo alcanzaba el placer cuando, antes de matar, usaba la fuerza y la dominación con sus víctimas. Luego, ocultaba los cadáveres tras una falsa pared. Antes de ser ajusticiado, John Christie dijo: “Para mí, un cadáver tiene una belleza y una dignidad que ningún cuerpo con vida podría tener nunca”.

Nuestro segundo protagonista de la noche solía disfrazarse de payaso, de “Pogo, el payaso”, para hacer las delicias de los más pequeños, pero, llegada la noche, agredía, violaba y mataba adolescentes. John Wayne Gacy pasará a la historia como “el payaso asesino”. El sótano de su casa se convirtió en un improvisado y pestilente cementerio donde enterraba a sus víctimas.

Acabamos la velada con un niño: Cayetano Santos Godino, el Petiso Orejudo, nació en Buenos Aires, Argentina, el 31 de octubre de 1896. El Petiso fue un joven con trastornos mentales y físicos que pasaría a la historia por su sed de sangre. Sin que nadie sospechara de aquel chico, Petiso asesinó cruelmente a varios niños de su entorno y fue el culpable del incendio de siete edificios. Tras ser detenido, los psiquiatras determinaron que era imposible rehabilitar su mente, por lo que jamás volvió a pisar la calle. El Petiso murió en extrañas circunstancias el 15 de noviembre de 1944 en la prisión de Ushuaia, en Tierra de Fuego.

Una vez más, nuestro expediente girará en torno a tres asesinos en serie que sembraron el terror. Pero sus historias no cayeron en el olvido, no se limitaron a un espacio en los libros de criminología.