LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Daniel Camargo: “a mi madrastra no le gustaban los niños, pero le encantaban las niñas"

Lo obligaban a ir a colegio vestido de niña y eso lo convirtió en uno de los mayores asesinos en serie de Colombia

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el

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Una madrastra que lo obligaba a ir a la escuela vestido de mujer, un padre que lo azotaba sin piedad y una esposa que le fue infiel. Son algunos de los episodios que forman parte de la vida de Daniel Camargo, conocido como 'La bestia de los Andes', que se convirtió en el asesino en serie de niñas más conocido y más temido de Colombia y Ecuador.

LOS ANTECEDENTES

Después de cometer algunas violaciones que lo condujeron a la cárcel, decidió usar un modus operandi con el que no podría ser delatado: matar a todas sus víctimas.

Su etapa más oscura comenzó en Ecuador, en diciembre del año 1984. Según su propio testimonio, asesinó a más de 70 muchachas en apenas un año. Según las autoridades, el número de víctimas podría superar las 150.

Los cadáveres, todos ellos desnudos, fueron apareciendo en diferentes parajes solitarios. Las niñas mostraban signos de haber sido violadas, golpeadas, estranguladas y atravesadas por un machete. A algunas les arrancó el corazón. O como Daniel Camargo prefería llamarlo... “el órgano del amor”.

Viviendo como un mendigo que apenas lograba subsistir vendiendo las prendas y las joyas de sus víctimas, este individuo fue detenido por la policía el 26 de febrero de 1986 en Quito, Ecuador. Las leyes de aquel país, a pesar de las atrocidades cometidas por aquella bestia, solo permitieron condenarlo a 16 años de prisión.

El 13 de noviembre de 1994, el monstruo que llegó a decir que violaba niñas vírgenes porque ellas lloran y eso le generaba más placer, fue asesinado a puñaladas por otro recluso, sobrino de una de las víctimas.

UN ASESINO CULTO

Se cumplen 37 años del arresto de Daniel Camargo... fue detenido el 26 de febrero de 1986. Decíamos que se le atribuyeron más de 150 víctimas... chicas a las que violaba y, después, mataba. Un auténtico monstruo, pero con un perfil distinto al que solemos conocer en los expedientes de la crónica negra. Camargo era un asesino culto... un hombre al que le apasionaba la lectura.

Es uno de los aspectos del perfil de este asesino en los que vamos a ahondar con la ayuda de uno de los divulgadores que más ha profundizado en la figura de 'La bestia de los Andes'. Él es el escritor Esteban Cruz, autor de obras como “13 relatos infernales” o “Los monstruos en Colombia sí existen”, y una de las pocas personas que han tenido acceso a las notas personales de Daniel Camargo y que tiene una definición del asesino. 'Es el peor asesino en serie de la historia de Colombia' asegura Esteban Cruz; 'no solo por la cantidad de víctimas sino por su mecánica criminal en la que por ejmplo llegó a crear su propio cementerio donde llevaba siempre a sus víctimas'.

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Daniel Camargo era un hombre con una inteligencia superior a la media. 'Los estudios que se hicieron en Ecuador daban que tenía un inteligencia superior' cuenta Esteban Cruz; 'aprendió inglés sin ir a clase, simplemente con libros de la cárcel y también hablaba portugués'.

Camargo llegó a leerse toda la biblioteca de la prisión donde estuvo y llegó a ganar un concurso de pintura, 'la prensa lo calificó como uno de los mejores pintores de las cárceles del país' asegura Estaban Cruz.

MISÓGINO

Daniel Camargo admitió haber asesinado a más de 70 niñas en un período de apenas un año. Pero las autoridades llegaron a duplicar esa cifra... apuntaban a que las víctimas de este asesino en serie pudieron ser más de 150. Siempre jóvenes... siempre mujeres... porque la obsesión de 'La bestia de los Andes' eran ellas.

Marta Martínez Novoa, es psicóloga sanitaria y autora del libro "Que sea amor del bueno", de la Editorial Zenith.

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La definición que hace la Real Academia Española de la misoginia es tan breve como clara: “Aversión a las mujeres”.

No solo es una aversión a las mujeres, es un rechazo a todo lo femenino e incluso una falta de confianza en la mujeres. 'No es una enfermedad sino un conjunto de actitudes' asegura Marta Martínez; 'pero no necesariamente ocurre por alguna experiencia negativa con mujeres'.

En el caso de Daniel Camargo, él llegó a decir: “A mi madrastra no le gustaban los niños, pero le encantaban las niñas. Ella tiene que haber sufrido algún trauma en su niñez, que hizo que no le gustaran los chicos. Cuando ella me ponía vestidos de mujer, pienso yo que estaba tratando de convertirme en una mujer. Puede ser que no me odiara, puede ser que me amara, pero no me podía amar como a un niño”. Y se dice que aquellos episodios en su infancia le provocaron un enorme odio hacia su madrastra y, por extensión, hacia la figura de la mujer.