LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

El fatídico día en que 'La Mona Lisa' se convirtió en el cuadro más famoso del mundo: “Un carpintero la robó”

El 21 de agosto de 1911, 'La Gioconda' desaparecía del Louvre. Descubrimos todas las claves del conocido como "el gran robo del siglo XX", en el que hasta Picasso fue investigado

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Como si se tratara de una novela de misterio, las preguntas se suceden unas detrás de otras ante el enigmático robo de "La Mona Lisa": ¿Quién se llevó “La Gioconda”? ¿Fue un ladrón de guante blanco? ¿Un entrenado y preparado experto en arte? ¿Por qué robó la obra de Da Vinci? ¿Quién había detrás del gran robo del siglo XX? En "La Noche de Adolfo Arjona" descubrimos todas las claves de este caso.

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Juan de Oñate, autor del libro “El efecto Peruggia”, le ha explicado a Adolfo Arjona que el ladrón de “La Mona Lisa fue un carpintero italiano de la zona de Lombardía llamado Vincenzo Peruggia, quien había trabajado en el museo de forma temporal acristalando los cuadros más emblemáticos, después de que un anarquista hubiera acuchillado una de las obras del museo francés.

Entre los cuadros que quedarían blindados no se encontraba el de Leonardo da Vinci. Y él, mejor que nadie, lo sabía.

UNA PARED VACÍA Y CUATRO CLAVOS

La noche del 20 al 21 de agosto de 1911, Peruggia permaneció escondido en un armario del museo rodeado de botes de pintura y material de limpieza. Lo robó un lunes porque ese día el museo estaba cerrado. Así fue como el italiano cogió el cuadro, que mide ochenta centímetros de anchura y setenta de longitud, y salió del museo con el lienzo debajo del brazo.

El “caso Peruggia” sigue suscitando un enorme interés a día de hoy. Y si hay algo que resulta realmente asombroso es que tuvieran que pasar veinticuatro horas para que la vigilancia del museo se percatara de que "La Mona Lisa” había desaparecido. Y entonces, alguien se dio cuenta: En el lugar que habitualmente ocupaba “La Gioconda” solo había una pared vacía y cuatro clavos.

¿DÓNDE ESTÁ "LA MONA LISA"?

¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta? Según los expertos, el museo contaba con un estudio fotográfico y era muy habitual que un cuadro permaneciera allí durante varios días con el fin de hacerle fotografías que irían destinadas a imágenes de libros o enciclopedias.

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Sin embargo, un copista del Museo del Louvre, al ver el hueco de “La Mona Lisa” sin el cuadro, se alarmó. Intentaron tranquilizarlo, ya que con toda probabilidad, el cuadro estaría en el estudio, pero eso no era posible. Era agosto, el mes de mayor afluencia en la pinacoteca. No tenía sentido que el cuadro de Leonardo Da Vinci no estuviera expuesto junto al resto de las obras.

TODOS QUIEREN VER DÓNDE ESTABA "LA GIOCONDA"

Se abrió entonces la investigación y el museo permaneció cerrado durante una semana. En los medios de comunicación de todo el mundo, contaban tan sonada desaparición. Cuando volvieron a abrir, las colas de turistas se agolpaban a las puertas del Louvre. El morbo que levantó la desaparición de “La Mona Lisa”, aumentó el interés del público por el museo y la obra.

Mona Lisa

¿POR QUÉ RESULTÓ TAN FÁCIL ROBAR EL CUADRO?

Según hemos conocido en “La Noche de Adolfo Arjona”, en esa época el Museo del Louvre no estaba dotado de fuertes medidas de seguridad. “Era un palacio convertido en museo, y mantenía la estructura del antiguo palacio. Sin ir más lejos, las cocinas del palacio continuaban en la planta de abajo del edificio, lo que explica que no había sido acondicionado para albergar obras de arte".

Además, el cuadro no estaba protegido. "La Gioconda" era una gran obra pero no se había convertido en el emblema que es en la actualidad. Por ese motivo, no ocupaba un espacio privilegiado. Estaba situada en el salón Carré, junto a otras muchas obras.

Salón Carré

PICASSO, INVESTIGADO

Las investigaciones tomaron rumbos muy dispares. Una de las teorías de la policía ponía el foco de atención en el pintor Pablo Picasso. Él fue investigado junto al poeta Guillaume Apollinaire. Y es que el malagueño ya había participado en el robo de dos esculturas íberas del museo. El autor material había sido un colaborador de Apollinarie, y Picasso las había tenido en su poder. De hecho, las había utilizado para pintar su famosa obra “Las señoritas de Avignon”.

Los meses pasaban y no había ni rastro de la pintura de Leonardo Da Vinci. Y mientras la policía buscaba por mar, tierra y aire, el cuadro permanecía guardado en el doble fondo de un baúl en casa de Peruggia.

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En 1913, un anticuario italiano recibió una llamada que les puso sobre la pista. Al otro lado del teléfono, una voz masculina se hacía llamar Leonardo y aseguraba tener en su poder “La Gioconda”. La policía organizó una operación para detener al ladrón.

EL MISTERIO CONTINÚA

La sorpresa fue mayúscula. No estaban ante el cotizado ladrón de guante blanco que esperaban. Se trataba de un trabajador italiano cuyos motivos para robar el cuadro eran puramente patrióticos. Él argumentaba que el cuadro era italiano y que Napoleón Bonaparte lo había expoliado, por lo que debía regresar a Italia. "Algo que no es cierto, ya que el propio Da Vinci lo había vendido al rey Francisco I de Francia por 4.000 escudos de oro”.

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Por este motivo, Peruggia solo estuvo siete meses en prisión. “Al salir, fue recibido como un héroe nacional”. El enigmático caso de “La Mona Lisa” por fin estaba resuelto. Sin embargo, hay otro misterio que aún permanece abierto. ¿De qué se ríe “La Mona Lisa”? Nunca lo sabremos. Tal vez sonríe al recordar cómo una mañana de agosto, un humilde trabajador italiano la convirtió en la obra más deseada del mundo.

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