LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Así es "Sapo", el hombre que intermedió en la liberación del Alakrana: "Un psicópata sin escrúpulos"

En 'La Noche de Adolfo Arjona' te contamos los secretos del ladrón más conocido de Europa, Jon Imanol Sapieha, alias "Sapo"

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el

6 min lectura

Un psicópata sin empatía. Un hombre capaz de cualquier cosa para conseguir lo que se proponga. Así se define uno de los mayores ladrones de Europa en el documental “Sapo SA. Memorias de un ladrón”, producido por Mediaset y escrito y dirigido por Nacho Medina.

En 'La Noche de Adolfo Arjona', hablamos con el hombre que se ha sentado cara a cara con Jon Imanol Sapieha, alias "Sapo", y que ha ahondado en su personalidad. Nacho Medina le ha contado a Adolfo Arjona cómo un hombre con una carrera profesional consolidada en las fuerzas especiales de la Marina Francesa, da un giro de 180 grados a su vida para convertirse en el ladrón de casos tan mediáticos como el robo del Banco de Yecla o la casa de Esther Koplowitz.

El documental atrapa desde el primer momento. Tiene química. Funciona. "El secreto está en que es precisamente "El Sapo" quien cuenta su historia.” La historia de un ladrón conocido como Napo, por Napoléon, y al que llaman "Sapo" no solo por la forma de sus ojos. "Los sapos escupen veneno cuando menos te lo esperas. Y lo cierto es que en una entrevista cuando estás sentado cara a cara con él y te relajas, te suelta el veneno metafóricamente hablando".

Esa es la parte que se ve en el documental, pero hay otra que no se muestra al espectador. Y se la cuenta Nacho Medina a Adolfo Arjona: "Yo guardaba las distancias al máximo. Un día recuerdo que estaba tomando un tentempié y alguien sacó una tarjeta de crédito, él la pidió y le dijo a la persona que se la había dado: Con esta tarjeta te puedo cortar el cuello”.

El botín de Nochebuena

El 24 de diciembre de 1998, mientras las familias del pueblo murciano de Yecla cenan en sus casas y se preparan para asistir a la Misa del Gallo, “El Sapo” y sus hombres se disponían a robar el Banco Popular del municipio. Abrieron ochenta y nueve cajas de seguridad.

¿Y cómo sabían que había tanto dinero? Según le ha contado Nacho Medina a Arjona, "a raíz de un soplo en un local de alterne, les llega la información de que hay mucho dinero en esa sucursal del banco. Durante varios días estudian los horarios, las cámaras de seguridad. No dejan nada al azar".

El Sapo” no actúa solo. Su principal aliado es Ángel Suárez Flores, más conocido como Cásper, que fallecía en febrero de 2021 por un linfoma. “El Sapo” define la relación entre ambos como “una pareja fiel”.

Así nace el documental "Sapo SA"

La idea de este documental surge en plena pandemia. Hubo muchos meses previos de trabajo para que "El Sapo" decidiera contar su historia. No tenía necesidad de dinero. “Creo que se atreve a contar la historia porque su gran aliado Cásper ya ha muerto”.

No hubo condiciones. Nacho Medina tuvo libertad absoluta para preguntar y repreguntar lo que quisiera: "No hablé con él hasta que me senté delante suya para la entrevista. Esa fue la primera vez que hablamos". Tras varios meses trabajando con él, lo define como una persona muy escurridiza, "por lo que tuvimos que viajar incluso a África para las entrevistas."

El plan perfecto en el mes de agosto

Otro de los grandes robos de “El Sapo” está relacionado con Esther Koplowitz. El 9 de agosto de 2001, los telediarios abrían con la increíble noticia: mientras la empresaria estaba de vacaciones, se produce el mayor robo de una colección de arte en España en la casa de una de las mujeres más ricas de este país. Entre los objetos robados, obras de un valor incalculable como “El Columpio” o “La Caída” de Francisco de Goya.

En el robo invirtió unos 100.000 euros. A cambio, consiguió un botín de 30 millones de euros. Supo esperar el momento. Tres años hasta que llegó el día. Era ahora o nunca.

Para acceder a la casa de la empresaria madrileña, utiliza a un guardia de seguidad que estaba soltero, averigua dónde entrena e introduce a una mujer en su vida. El vigilante no lo supo hasta el final, pero la mujer con la que durmió durante años solo era el gancho para el robo de la casa.

Tras el robo, la Interpol busca por todo el mundo los cuadros, que él había guardado en el edificio contiguo a la casa de la empresaria. Una vez que lo detienen, negocia su libertad y una condena mínima a cambio de todos los cuadros. “Su abogado cuenta que es muy común llegar a acuerdos con la justicia cuando no hay delitos de sangre”.

Esther Koplowitz recuperó los cuadros. Pero estuvo a punto de perderlos para siempre. "El Sapo" tenía un comprador árabe para los cuadros, pero a partir del 11 de septiembre todo cambia y no pudo sacarlos de España.

El que roba a un ladrón...

Y entonces llega la confesión. En el documental, “El Sapo” también le cuenta a Nacho Medina que fue él quién medió en las negociaciones del atunero vasco Alakrana para liberar a los 36 marineros secuestrados, entre ellos 16 españoles.

El rescate costó 4 millones de euros. El Gobierno español, gobernado entonces por José Luis Rodríguez Zapatero, contactó con "El Sapo" para que estos hombres fueran liberados.

Tras muchas horas escuchándolo, Nacho Medina llega a la conclusión de que "El Sapo es un mercenario, capaz de negociar con gente sin escrúpulos". Recurren a él porque se mueve mucho por África, ha estado en liberaciones de Afganistán, se dedica también a la venta de armamentos. “Este papel de negociador le viene como anillo al dedo”.

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Y en este asunto sí se muestra más cauto. A Nacho Medina le cuenta que “mantuvo una reunión en la Casa de Campo de Madrid con un miembro del CNI, pero no quiso contar nada más”. "Le pregunté quién era, si era un hombre o una mujer. Pero no quiso decir nada".

“El Sapo” pidió un millón de euros por su función como mediador en el rescate. Sabía que tarde o temprano llegaría a un acuerdo con los piratas. Tomó varios aviones y mantuvo reuniones en otros países para negociar el rescate. Su templanza y aplomo le sirvieron para negociar sin que le temblara el pulso.

En el documental “Sapo SA. Memorias de un ladrón”, cuenta que una vez liberados los marineros, roba a los piratas el dinero del rescate. Coloca en los fardos de los billetes, unios chips con sistema de GPS. Cuando los piratas se van hacia la costa, él solo tiene que resetear el GPS. Entonces va al campamento de los piratas con unos mercenarios y les roba el dinero.

Y es que como dice "El Sapo" en el documental: “Quien robe a un ladrón, cien años de perdón, y quien me robe a mí, tendrá el perdón eterno”.

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