LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Jeremy Bamber: mató a sus padres, su hermana y sus sobrinos para conseguir la herencia

En 'La Noche de Adolfo Arjona' abrimos el expediente de uno de los presos más antiguos de las cárceles de Reino Unido

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el

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Cuarenta agentes especializados, y un equipo de la de Unidad Especial Armada, se adentraron en la vivienda de la familia Bamber. El silencio sepulcral de su interior no auguraba nada bueno. El primer cadáver que encontraron fue el de Nevill Bamber. Estaba tirado en el suelo del salón junto a un teléfono descolgado. Había recibido seis tiros en la cabeza y en el cuello y se le advertían signos de haber sido golpeado con saña.

En la primera planta hallaron el cuerpo de su esposa, June, tumbada junto a la puerta. Le habían disparado varias veces en la cabeza, y a su lado descansaba una Biblia completamente ensangrentada. En otra habitación estaban los nietos adoptivos de aquel matrimonio, dos niños pequeños que habían sido asesinados sobre sus camas. Daniel, que aún conservaba el dedo pulgar en la boca, había recibido cinco disparos. Nicolás, su hermano, había recibido tres.

SOSPECHAS DE SUICIDIO

Finalmente apareció el cuerpo de Sheila, la hija adoptiva de Nevill y June, y madre de los gemelos. Vestía un camisón, estaba descalza y sobre su pecho se posaba el rifle con el que supuestamente se había suicidado, pegándose un tiro en la garganta que le llegó al cerebro, después de quitar la vida a su familia. Pero aque crimen que tuvo lugar en la madrugada del 6 al 7 de agosto de 1985 no fue un sucidio: el autor fue Jeremy Bamber.

El coordinador académico del Máster Universitario en Investigación Criminal de la Universidad Internacional de La Rioja, Juan Enrique Soto, le cuenta a Adolfo Arjona que aquel crimen “fue preparado muy meticulosamente”, “de hecho, a Bamber le llevó prácticamente un año preparar todos los detalles”, añade. Según Soto, la primera opción de Bamber fue usar veneno, pero aquel plan no le “convenció” y decidió preparar otro “aprovechando el diagnóstico de enfermedad mental de su hermana Sheila, que estaba diagnosticada como esquizofrénica paranoide”.

UN “DESASTRE” DE INVESTIGACIÓN

En 'La Noche de Adolfo Arjona', el experto asegura que la investigación policial entorno al caso “fue un absoluto desastre”. “Desde el primer minuto que entraron en la casa, los policías estaban convencidos de que Sheila había matado a sus padres, a sus niños pequeños y que después se había suicidado”, a las víctimas “ni siquiera les tomaron las huellas dactilares, el arma con el que mataron a todos fue manipulado sin guantes, sin ningún tipo de precaución y hasta los propios investigadores limpiaron sangre de una pared”.

Según el profesor Soto, le atribuyeron a Sheila el crimen tan directamente que no repararon en que, “aunque algunas víctimas tenían heridas de forcejeo, Sheila no tenía ninguna marca... y, a pesar de haberse disparado 25 veces con el fusil, no tenía ningún residuo de disparos en sus manos ni en su ropa”.

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La investigación del asesinato de estas cinco personas estuvo a punto de ser cerrada bajo la creencia de que había sido Sheila -la hermana- quien había matado a sus padres y sus dos hijos y después se había suicidado. En el caso fue clave la confesión de la novia del asesino, la joven profesora Julie Mugford.

Durante un viaje que Jeremy hizo a Francia para ver a un amigo, Julie sintió remordimientos y aprovechó la ausencia de su novio para contar a la Policía que su pareja le había dicho que pensaba matar a su familia y que había sido algo planeado desde hacía tiempo. Cuando Jeremy regresó de su viaje el 30 de septiembre de aquel año 1985, la Policía lo detuvo acusado de asesinato. Jeremy Bamber fue juzgado y condenado a cinco cadenas perpetuas, que cumple en la actualidad en una prisión de Londres.

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