LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Mató a su padre y su madrastra y el jurado la declaró inocente

Lizzie Borden fue conocida como 'la asesina del hacha' pero la falta de claridad en las pruebas y una buena defensa la dejaron en libertad

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el

6 min lectura

Eran las nueve y media de la mañana del 4 de agosto de 1892. Abby Borden cambiaba las sábanas en el cuarto de invitados, en la vivienda número 92 de Second Street. Su marido había salido poco antes al centro de Fall River, en Massachusetts.

Cuando la mujer se puso de espaldas a la puerta, alguien entró como una ráfaga, con un hacha en la mano, y le asestó diecinueve golpes en la cabeza. Su cráneo quedó destrozado por los impactos del metal, con el cuero cabelludo levantado y el cerebro asomando por las grietas.

Abby cayó al suelo, bocabajo, rodeada por un charco de sangre que fue creciendo por momentos.

Una hora y media más tarde, su marido, Andrew Borden, llegó a casa y se tumbó a descansar en el sofá del salón. Cuando quedó dormido, y sin darle oportunidad a defenderse, alguien le atacó con la misma hacha. El filo de la hoja le rebanó la nariz y le produjo heridas que llegaron al hueso. Un ojo se salió de su cuenta. Finalmente… murió.

Todas las sospechas de este doble asesinato recayeron sobre la hija de Andrew, Lizzie Borden. Según las evidencias, la mala relación con su padre y con su madrastra le había empujado a cometer aquellos horribles crímenes

Pero… sorprendentemente… un jurado popular condicionado por el entorno social y por el apellido de aquella mujer, la declaró inocente a pesar de las pruebas.

Desde entonces, Lizzie Borden fue señalada como una parricida, una persona sin piedad que fue capaz de matar con premeditación. Fue conocida como… la asesina del hacha…

ctv-9u9-5ca90742ee5c4a5a88545eff2fb5c49c

LA HISTORIA

Estamos ante un expediente protagonizado por una mujer, Lizzie Borden, de cuya muerte se van a cumplir 96 años esta semana… fallecía el 1 de junio de 1927. Su caso fue una causa célebre en los Estados Unidos a finales del siglo XIX, convirtiéndose, incluso, en parte de su folklore.

Para entender aquellos crímenes, cómo pudo quedar absuelta y por qué se convirtió en un personaje popular hemos invitado a La Noche de Adolfo Arjona a Marc Balcélls y Magráns, criminólogo y profesor de los estudios de derecho y ciencia política de la Universidad Oberta de Cataluña.

Lizzie Borden nació en una familia adinerada; tenía una hermana; murió su madre; el padre se vuelve a casar; ella nunca acepta a su madrastra; su padre fue un hombre de mal carácter y las niñas se encierran en sí mismas. 'Lizzie es una chica popular, una chica buena, cristiana y caritativa, aspectos que pesan mucho de cara a la percepción del imputado' asegura Marc; 'vivia en unaausteridad muyr espartana, lo cuál es chocante con el poder adquisitivo que tenía la familia, incluso llegan a decir que las dos hermanas no se llegaron a casar porque el padre quería ahorrarse la dote'.

Los años fueron pasando y Lizzie se convirtió en una mujer que superó la treintena… una mujer de cabello rojizo, con un carácter arisco y una frialdad que asustaba. Entonces le cogió una tremenda ‘manía’ a su madrastra e incluso a su padre. 'Parece que el problema austeridad que el padre demostraba con las hijas, no lo era tanto con la madrastra' cuenta Marc; 'incluso a la hermana de la madrastra le llegó a donar una casa propiesdad del padre, por lo tanto se empieza a crear un cierto resquemor, no es la madre biológica y el padre les obliga a ser mujeres que luego van a quedar solteras por lo tanto tambi´ne hay un elemento de frustración'.

El 4 de agosto de 1892, sucedieron los brutales asesinatos del matrimonio Borden.

Aquel día en la casa había dos personas, además del matrimonio asesinado. Bridgette, la sirvienta, y Lizzie Borden, pero todas las sospechas recayeron sobre ella. 'Lizzie dijo que se había encontrado al padre muerto en el sofá y que estaba preocupada por la madrastra, diciendo que un amigo les había visitado, para poner a alguien como sospechoso' cuenta Marc; 'encuentran a la madrasta en la habitación con el mismo tipo de heridas que el padre y el crimen queda envuelto entonces en un halo de misterio'.

Las autopsias de los dos cuerpos fueron realizadas dentro de la misma vivienda, sobre la mesa del comedor. Allí los cadáveres fueron estudiados y abiertos en canal para dar con alguna pista que condujera al culpable.

El matrimonio Borden recibió sepultura unos días después de su asesinato. Es especialmente llamativo que los cuerpos fuesen enterrados sin sus respectivas cabezas.

ctv-ewo-lizzie-borden-house1

EL JUICIO

Al día siguiente del funeral de los Borden, el 7 de agosto, una vecina vio a Lizzie quemando ropa manchada de color rojo en la cocina de carbón. Alertada, llamó a la policía. Unos días más tarde Lizzie Borden era detenida como sospechosa de los dos asesinatos. Aunque ella lo negó todo desde el principio, fue ingresada en la prisión de Taunton, en Massachusetts, a la espera del juicio. Finalmente, el 5 de junio de 1893, Lizzie Borden se sienta en el banquillo. El jurado estuvo compuesto por 145 miembros, la mayor parte granjeros y pequeños empresarios de la comarca. Dicen que aquel juicio fue el mayor acontecimiento social de la época.

Se convirtió en un juicio muy mediático en Estados Unidos. 'Tiene absolutamente todos los elementos que incluso hoy formarían parte de un juicio del siglo XXI, pero trasladado al XIX' asegura Marc; 'la sospechosa es una mujer, que ha asesinado a padre y a madrastra y es en una comunidad pequeña; fueron 14 días de juicio y en su favor se alegó que las pruebas eran circunstanciales, que no podía haber cometido los asesinatos por su condición de mujer y que tenía un carácter cristiano'.

El abogado de Lizzie, George Robinson, realizó discursos de tono romántico, aludiendo al patriotismo, a la religiosidad, a la figura de Dios… en definitiva, a que el jurado tenía que elegir entre dejar libre a una sospechosa, o condenar a muerte a una posible inocente.

Toda esa retahíla, acompañada de citas bíblicas… de citas de libros filosóficos… incluso de citas de obras de Shakespeare… ayudaron a crear una especie de cortina de humo que ocultaba las auténticas evidencias. Y se ganó al jurado…

El veredicto del jurado, sorprendentemente, fue el de… inocente. La prensa y la opinión pública se alegraron de la decisión, ya que casi todos, a pie de calle, creían en la inocencia de Lizzie Borden. Nadie, a pesar de las evidencias, la consideraba capaz de cometer semejante aberración.

Tras ser absuelta, intentó llevar una vida discreta. Se cambió el nombre por el de Lizbeth, y mantuvo una relación amorosa con una joven actriz llamada Nance O´Neal.

A su vejez, colaboró con numerosas asociaciones de protección a los animales, y falleció de neumonía el 1 de junio de 1927. Su cuerpo fue enterrado en Fall River.