Mikel Lejarza, 'El Lobo': “Si los terroristas de ETA pudieran, me matarían, hoy más que nunca”
Mikel Lejarza, 'El Lobo', el espía más importante de la historia de España, se ha reencontrado con Adolfo Arjona en 'La Noche de COPE'.
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Una charla con El Lobo, al que apodaron así porque su trabajo para los servicios secretos le obligaba a ser “astuto, pero tiene que vivir en la soledad”.
En la primera misión en la que participó se convirtió en Gorka: la misión en la que tuvo que infiltrarse en ETA. En esta entrevista en 'La Noche de COPE', Mikel Lejarza cuenta con detalle cómo se enfrentó a los terroristas cuando le dijeron que les había llegado el soplo de que había un infiltrado en la banda, que lo llamaban El Lobo y que era él: “Les dije que me marchaba y que si tenían valor, me dispararan por la espalda, que era lo que mejor sabían hacer; se quedaron helados, no sabían qué decir y yo me libré”.
Años más tarde, contaron con él para participar en el secuestro del líder de ETA, Francisco Múgica Garmendia, alias 'Pakito', o en la operación para desarticular el grupo terrorista catalán Terra Lliure. Además, relata cómo fue el encuentro casual en Madrid, en el Café Gijón, con Mohamed Atta, el cerebro de los atentados del 11 de septiembre, solo dos meses antes de la masacre: “No sabía quién era y, como dice en lenguaje coloquial, no tenía dos tortas”.
El Lobo asegura que la misión más peligrosa en la que ha participado fue la de la infiltración en ETA; volvería a aceptar “cualquier operación que fuera buena para España”, mientras que rechazaría “una operación tipo la de Barcelona, meterme en una guerra de comunicación para servir a un gobierno”. A la pregunta de si su cabeza sigue teniendo precio para los terroristas y si, en caso de que pudieran, lo matarían, Mikel Lejarza responde: “Más que nunca”.
Sus 45 años de espía están recogidos en el libro 'Yo confieso, 45 años de espía”, en el que han trabajado el propio Mikel y el periodista español que más sabe sobre espionaje, Fernando Rueda.