Sergio Morate: el doble crimen de Cuenca

Marina Okarynska nunca hubiera imaginado que la visita a la vivienda de su expareja para recoger objetos personales podría terminar de aquella manera

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La tarde del 6 de agosto de 2015, la muchacha se hizo acompañar por su amiga Laura del Hoyo. No quería ir sola porque no confiaba en la reacción del que había sido su novio durante un tiempo, Sergio Morate, un joven con tendencias violentas que ya había estado en prisión por agredir y secuestrar a su anterior pareja.

De pronto, la casa de Sergio se convirtió en un negro escenario, y él, en un verdugo que golpeó y estranguló a ambas chicas, en el caso de Marina apretándole el cuello con una brida de plástico.

Aquel crimen, el de Marina Okarynska, había sido totalmente premeditado, aunque el asesino se había topado con la sorpresa de que su ex pareja no venía sola.

Tras cargar ambos cuerpos en un vehículo, condujo hasta el nacimiento del río Huécar, en Cuenca. Los cadáveres fueron lanzados a una fosa excavada previamente. Al ser dos, no pudieron ser del todo enterrados, quedando ligeramente a la vista. Luego arrojó sobre Marina y Laura una gran cantidad de cal viva que había comprado días antes, pensando que así desaparecían del todo.

Una vez cometido el crimen, Sergio Morate huyó a Rumanía, desde donde pensaba dar el salto a Latinoamérica, un plan truncado cuando fue detenido y juzgado por un doble asesinato que estremeció a nuestro país.

La Audiencia Provincial de Cuenca condenó a nuestro protagonista a cuarenta y ochos años de cárcel, que cumple actualmente en la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real.