LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA
El día que Hitchcock recogió el Oscar de consolación con el discurso más breve del cine
El maestro del suspense nunca recibió un Oscar. La Academia decidió otorgarle el Premio Honorífico al final de su carrera
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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¿Cuántos Oscar llegó a conseguir el gran Alfred Hitchcock? ¿Uno? ¿Dos? ¿Muchos más? Ninguno.
Por muy increíble que parezca, el gran director británico no recogió la estatuilla por la película “Los Pájaros”, ni siquiera por “La ventana indiscreta”, ni por “Psicosis”. Alfred Hitchcock jamás consiguió un Oscar.
En la actualidad, los seguidores incondicionales del genio se preguntan si es comprensible que la Academia no se rindiera ante su talento. Mientras, los expertos siguen buscando los motivos por los que jamás le concedieron el Oscar, a pesar de estar nominado en cinco ocasiones.
EL DIRECTOR QUE NO CONVENCIÓ A LA ACADEMIA
El crítico de cine Juan Tejero, autor de “Los renglones torcidos de Hollywood”, le ha desvelado a Adolfo Arjona en “La Noche de Arjona” algunas claves por las que Hitchcock jamás se alzaría con la estatuilla. Al parecer, cuando el británico llegó a Estados Unidos, la crítica lo veía sencillamente como “un buen director que conocía bien la técnica”.
Pero el británico era mucho más que eso. "Fue un innovador". Popularizó los cameos y apostó por técnicas hasta el momento impensables, como filmar una película en un plano secuencia. El resultado: "La soga", rodada en 1948.
Creó grandes títulos del suspense o la comedia, “géneros que la Academia no terminaba de aceptar”. Por si fuera poco, a Hollywood “no le gustaban los directores muy populares", y Hitchcock lo era. Suya es la frase "El cine es un patio de butacas por llenar”.
"DEMASIADO MISTERIOSO, DEMASIADO OBSESIVO"
Su reconomiciento mundial llegaría en los años cincuenta gracias a la crítica francesa: “Durante esos años, autores como François Truffaut empezaron a escribir artículos donde ponían en valor la genialidad de Hitchcock en las revistas de cine más prestigiosas”.
Mientras tanto, la Academia se le resistía. Su primera nominación llegó con “Rebecca”. Ese año, el premio al mejor director fue para John Ford, por “Las uvas de la ira”. El director británico acababa de llegar a Hollywood y gran parte de la crítica no apoyaba su trabajo. Eran muchas las voces que lo calificaban de "arrogante, obsesivo, excéntrico y misterioso”.
NI RASTRO DEL OSCAR
“Náufragos” le trajo su segunda nominación. Una película que los expertos califican de "ingeniosa y muy arriesgada", en la que el espectador se encuentra atrapado en un único escenario durante toda la trama: un bote salvavidas. No fue suficiente.
A la tercera tampoco fue la vencida. Alfred Hitchcock fue nominado por “Recuerda”, protagonizada por Ingrid Bergman y Gregory Peck. Ese año, Billy Wilder se alzó con el premio por “Días sin huella”. Después llegarían más nominaciones, pero ni rastro del Oscar. Tampoco fue premiado por “La ventana indiscreta”, su película más taquillera: Más de cincuenta millones de personas fueron al cine a verla. Las butacas se llenaban para ver a Hitchcock. La Academia le daba la espalda.
LO QUE HOLLYWOOD NO SUPO VER
"Psicosis" fue un auténtico desafío. En 1960, cuando la crítica pensaba que lo había logrado todo, "Hitchcock se atrevió con una película en blanco y negro en la que la protagonista muere al principio". Esta obra maestra tampoco se llevó el Oscar. El motivo sigue siendo un misterio.
Cuarenta años después de su muerte, la crítica no entiende que Alfred Hitchcock no fuera nominado tampoco por “Los pájaros”, una magistral y angustiosa película protagonizada por Tippi Hedren. Y hay una corriente mayoritaria que coincide: “La Academia fue muy injusta con él.”
En 1968, tuvo que conformarse con el Oscar Honorífico. Esa noche, el maestro del suspense protagonizó uno de los discursos más breves de la historia del cine: “Thank you, very much indeed”. Después de tantos "noes", tuvo que conformarse con el premio de consolación. Solo pudo dar las gracias.
EL GRAN SONROJO DE LA ACADEMIA
Ante la prensa y el público, el cineasta despreciaba el Oscar. Cuando los periodistas le preguntaban por su eterna nominación, Alfred Hitchcock contestaba con frases como “Siempre novia, nunca esposa”. O aquella otra expresión: “¿Para qué quiero otro tope de puerta?”
Sin embargo, quienes lo llegaron a conocer personalmente, sabían la verdad: Hitchcock se sentía muy dolido con la Academia, porque con el tiempo “hasta la crítica más sesuda de la época había puesto en valor su talento”.
Hitchcock nos dejó más de cincuenta películas a lo largo de su carrera. Una amplia filmografía por la que recibió galardones tan prestigiosos como los Globos de Oro, o reconocimientos como las estrellas del paseo de la Fama de Hollywood. Incluso fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico, la máxima distinción que otorga la Corona Británica.
A día de hoy, nadie ha podido superar al "Mago del Suspense". Lo cierto es que da algo de vértigo pensar que Hitchcock jamás consiguiera atrapar al Tío Oscar. Los Académicos aún no se lo habrán perdonado. (No deberían, al menos).
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