LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA
Las palabras del sanguinario asesino Chikatilo al ser capturado: "Necesidad de matar"
Fue apodado 'el carnicero de Rostov' y asesinó a 53 personas en la Unión Soviética
Málaga - Publicado el
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Le apodaron ‘El carnicero de Rostov’ y es considerado el más brutal asesino en serie de la Unión Soviética. Su especialidad era la de matar y mutilar a niños y niñas, para después desmembrarlos y comerse sus genitales. Y como firma, a sus víctimas les arrancaba los ojos.
UN HOMBRE NORMAL
Andréi Chikatilo es el más claro ejemplo de lobo con piel de cordero. Casado y con dos hijos, ni su familia ni sus amigos sospecharon jamás de su doble vida. Aparentaba ser un hombre trabajador, educado y cariñoso.
Pero la mente de Chikatilo albergaba los horrores de su infancia, los desastres de una guerra y el haber presenciado cómo su hermano era devorado por una banda de campesinos hambrientos. Ingredientes suficientes, en el caso de Andréi, para convertirlo en un insaciable depredador.
Chikatilo, fue condenado a muerte por el asesinato de 53 personas. Su confesión fue contundente: ‘Cuando sentía la llamada… tenía auténtica necesidad de matar’.
El 14 de febrero de 1994, Andréi fue tiroteado por un grupo de soldados que evitaron dañar su cabeza. Varias universidades de todo el planeta deseaban hacerse con su cerebro, el cerebro de un ‘psicokiller’, el cerebro de una bestia.
Se acaban de cumplir 86 años del nacimiento de este oscuro personaje... Chikatilo nació el 16 de octubre de 1936 en una pequeña aldea de la Unión Soviética, en un contexto realmente desfavorable, bajo el régimen comunista de Stalin.
EL PERFIL DEL ASESINO
En La Noche de Adolfo Arjona hemos hablado con Juan Ramón Pereira que es doctor en Psicología, especialista en conducta criminal y que ha realizado un trabajo durante tres años en centros penitenciarios analizando el perfil de cien asesinos múltiples.
Nos encontramos ante el clásico perfil del buen marido, buen padre, buen amigo; tras el que se esconde un criminal sin escrúpulos. El carnicero de Rostov era un depredador sexual, per sus actos no le eximen de sus crímenes. ‘La psicopatía no es siquiera un atenuante’ afirma el doctor Pereira; ‘el único elemento que se puede considerar un eximente son aquellas enfermedades mentales en las que hay una psicosis, una pérdida de contacto con la realidad, es decir que la persona no es consciente de aquello que hace o lo hace en el marco de un delirio’.
El ejemplo de Chikatilo se ha repetido en otras sociedades fuera de la antigua Unión Soviética. ‘Dentro de la conducta de un asesino en serie, la cultura y la sociedad tienen mucho que ver, en tanto que le dan visibilidad’ asegura Juan Ramón Pereira; ‘parece que el asesino en serie es algo exclusivo de Estados Unidos, pero no es cierto, en España mismo tenemos asesinos en serie. En la Unión Soviética y en un contexto de Guerra Fría, no querían reconocer que ellos también tenían ese tipo de asesinos en su país’.
DETENCIÓN Y JUICIO
En noviembre de 1990, el carnicero de Rostov era detenido. Tardó diez días en confesar sus crímenes. A partir de ese momento, comenzó otra fase en el trabajo policial, en la que los agentes pudieron contar con la colaboración del asesino. El propio Chikatilo ayudó a la Policía a encontrar restos de algunas de sus víctimas y no escatimó en detalles a la hora de reproducir con muñecos cómo las había matado. En abril de 1992 comenzaba el juicio contra él, un proceso tremendamente mediático.
En La Noche de Adolfo Arjona hemos hablado con Manuel Pérez Villatoro, el coordinador de la sección “Historia” de ABC para saber, entre otras cosas, cómo se presentó en las sesiones del juicio. ‘Su aspecto era bastante curioso’ asegura Manuel Pérez Villatoro; ‘siempre aparecía con la misma camisa durante los seis meses que duró el juicio. Era una camisa con motivos de las olimpiadas de Moscú de 1980'.
Al principio aparecía con la cabeza rapada y tenía toda la apariencia de un loco, incluso después cuando le fue creciendo el pelo. Durante aquel juicio, Andréi Chikatilo protagonizó escenas muy desagradables, llegó a desnudarse, hacerse tocamientos y a gritar todo tipo de insultos. ‘Él perseguía la idea de demostrar que estaba loco y con esa actitud ganar tiempo desconcertando a la vez al tribunal’ asegura Pérez Villatoro.
Algunos de los familiares de las víctimas de Chikatilo asistieron el juicio. ‘Fueron los que peor lo pasaron’ dice Manuel Pérez Villatoro; ‘sobre todo al principio tuvieron que oír al tribunal caso por caso, cómo había matado, violado, qué había hecho con el cuerpo, cómo había quedado ese cadáver y todo eso hizo mella en ellos y los últimos días del juicio, los propios familiares piden que le den a Chikatilo para colgarlo ellos mismos, descuartizarlo, asegurando que no pueden respirar el mismo aire que él’.
MUERTE
Andréi Chikatilo, apodado el carnicero de Rostov, fue condenado a muerte por asesinar a 53 personas. En un último intento por esquivar una muerte asegurada, trasladó su perdón al que fuera presidente ruso, a Boris Yeltsin. Pero su petición fue desoída. Una tarde de febrero de 1994, en la prisión de Rostov en la que permanecía encarcelado, era ejecutado de un tiro en la nuca.