La fascinante conexión entre Pocahontas y Nancy Reagan: historia y ficción unidas

Netflix, HBO, Prime Video, Disney, Sky Showtime… Todas son plataformas que nos ofrecen contenidos audiovisuales. Necesitaríamos cinco vidas, con sus días y sus noches, para poder ver todas las series, películas, conciertos, documentales y programas que nos ofrecen. Pensamos que esto de disfrutar de la ficción es algo nuevo, y en cierta forma sí que lo es. Todos sabemos lo que supuso que el planeta Tierra, casi en su totalidad, fuera encerrado en casa durante los temidos primeros momentos de la pandemia del coronavirus. ¿Quién no consumió horas y horas de ficción?

El poder histórico de la industria del cine

Sin embargo, la fuerza de la industria del cine y la ficción no es nueva. Atrás quedan los años dorados de Hollywood. Años en los que las grandes estrellas del cine eran obligadas a firmar complejos contratos con los estudios. Unos estudios de cine que se convertían en los verdaderos dueños de sus vidas. Controlaban sus vidas amorosas, controlaban su peso y su aspecto, controlaban su imagen pública… hasta controlaban sus viajes. Hace ya años, en una entrevista con Adolfo Arjona, la actriz manchega Sara Montiel confesaba que se cansó de que ‘Hollywood’ le diseñara la vida. Para ella el punto y final con la industria americana llegó cuando le prohibieron los grandes y largos viajes a España, a su país natal. ¡Por ahí la manchega no pasaba!

La realidad detrás de la ficción

¿Y por qué te cuento todo esto?, te estarás preguntando. ¿Qué tiene que ver con Nancy Reagan y con Pocahontas? La respuesta es muy sencilla: el cine ha tenido siempre tanto poder de ‘hipnotización’ que hemos llegado a pensar que eran de ficción (de mentira) algunos personajes que en realidad tenían cabeza, tronco y extremidades. Es decir, que eran absolutamente reales.

Personajes reales detrás de mitos cinematográficos

En ‘La Noche de Adolfo Arjona’ hacemos el ejercicio con tres personajes que parecen de ficción (seguro te suenan) y que en realidad eran tan reales como tú que ahora lees este artículo. Se trata del boxeador James Braddock (apodado Cinderella Man, es decir, el hombre Cenicienta), del aventurero y explorador Búfalo Bill y de la princesa indígena Pocahontas.

Para contarnos sus vidas, Adolfo Arjona se ha rodeado de tres expertos en estas tres figuras. Un audio que te invito a escuchar en podcast y que encuentras en este mismo artículo. En todo caso, te quiero destacar el asombroso vínculo que existe, y que seguro desconoces, entre la Primera Dama de los Estados Unidos, Nancy Reagan, y la princesa indígena Pocahontas.

La verdadera historia de Pocahontas

Para empezar, hablemos de Pocahontas. ¿Sabías que Pocahontas, uno de los personajes más populares de Disney, existió realmente? Aunque la historia animada dista mucho de la realidad, Pocahontas y John Smith fueron personajes históricos que se conocieron. Sin embargo, su relación romántica es más que cuestionada.

Nacida en 1595 en el territorio que hoy es Virginia, Pocahontas, cuyo nombre real era Matoaka, era hija del jefe de la tribu Powhatan. Apodada Pocahontas, que significa "la juguetona" en lengua algonquina, su vida dio un giro cuando los colonos ingleses llegaron a Jamestown en 1607. Aquellos hombres, liderados por el capitán John Smith, realizaron una expedición y se encontraron con los Powhatan. Este encuentro terminó con la captura de John Smith, quien estuvo a punto de ser ejecutado. Según su relato, una joven Pocahontas intervino para salvar su vida, arriesgándose a perder la suya. Desde ese momento, la relación entre la tribu y los colonos mejoró temporalmente, con Pocahontas llevando víveres a los ingleses. Años después, en 1613, Pocahontas fue secuestrada por los ingleses para usarla como rehén. Durante su cautiverio en Henrico, aprendió inglés y las costumbres británicas. Fue entonces cuando conoció a John Rolfe, un plantador de tabaco, con quien se casó tras convertirse al cristianismo y adoptar el nombre de Rebecca. De este matrimonio nació su hijo, Thomas Rolfe. Esta es la verdadera historia de Pocahontas, y no la que Disney nos contó en su película animada de 1995.

El vínculo inesperado: Nancy Reagan y Pocahontas

Pero a estas alturas te seguirás preguntando qué tiene que ver Nancy Reagan con Pocahontas. “Se llega a decir que hubo dos primeras damas que son descendientes, o que eran descendientes de Pocahontas. Una de ellas, Nancy Reagan, la mujer de Ronald Reagan, y la otra, la mujer de Woodrow Wilson”, afirma en ‘La Noche de Adolfo Arjona’ el periodista del diario ABC Manuel Trillo, quien apostilla: “Pero bueno, como digo yo siempre, los temas de Pocahontas, todo me lo tomo con cierta cautela”.

De ser cierto, es un giro inesperado que la icónica Primera Dama de Estados Unidos, comparta un vínculo sanguíneo con Pocahontas, la legendaria figura indígena americana. Esta fascinante conexión destaca no solo por su inesperada naturaleza, sino también por su profundo significado en la cultura estadounidense.

Un descubrimiento genealógico

La relación entre Nancy Reagan, nacida Anne Frances Robbins, y Pocahontas, la hija del jefe Powhatan del siglo XVII, fue descubierta a través de una exhaustiva investigación genealógica. El linaje se traza a través de la línea materna de Nancy Reagan, llevando a una conexión con el matrimonio entre Pocahontas y el colono inglés John Rolfe, una unión que simbolizó uno de los primeros encuentros significativos entre los nativos americanos y los colonos europeos.

Impacto cultural y herencia

Nancy Reagan, conocida por su elegancia, su papel fundamental en la campaña "Just Say No" contra las drogas y su dedicación a la preservación del legado de Ronald Reagan, ahora también puede ser vista como una figura que conecta dos mundos distintos: el de los nativos americanos y el de los colonos europeos. Este descubrimiento añade una capa de riqueza histórica a su legado, destacando la diversidad y complejidad del tejido social estadounidense.

La conexión en el teatro

Esta vinculación entre las dos famosas mujeres se ha llevado al teatro en una obra titulada ‘Nancy’, que se estrenaba en Washington hace apenas unos meses, en marzo de 2024. Según The Washington Post es ‘Una sátira de Nancy Reagan y la astrología, entre otras cosas”.