la noche de adolfo arjona

Tregua de Navidad: los soldados salieron de las trincheras y compartieron regalos con el enemigo

Sucedió en 1914 al inicio de la Primera Guerra Mundial y cuentan que llegaron a jugar un partido de fútbol entre ellos

Pedro González

Málaga - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

La guerra es una institución humana terrible. La guerra es la actividad de los Estados organizados para matar. La guerra es un momento en que todo el esfuerzo de una nación se vuelca en la destrucción del enemigo. Para ello también se trabaja la deshumanización del adversario. Esto es así desde la Antigüedad. Pero no todas las guerras han sido igual de terribles. En los enfrentamientos de la Grecia y la Roma Clásicas se mataba lo que las armas del momento podían matar. Lo que las espadas y lanzas daban de sí. Así se mantuvo durante dos milenios. 

Pero hubo una guerra peor que todas las demás: en ella se solaparon el mundo de ayer, con cargas de infantería a la carrera fusil en mano y el del mañana: con ametralladoras, gases venosos y artillería.

Una guerra donde las masas de infantes sucumbieron frente a las tempestades de acero que ya eran capaces de lanzar sobre ellos la tecnología…. fue La Primera Guerra Mundial.

La vida en las trincheras, el barro, la gripe, las ratas o el uso de armas químicas, como el gas cloro, añadieron una nueva dimensión de horror. Nubes amarillas que con su avance generaban daños físicos y morales, el gas mostaza era un mal gaseoso que no podías enfrentar y que se ensañó con los soldados.

A diferencia de conflictos anteriores, como las guerras napoleónicas o las coloniales, la Primera Guerra Mundial industrializó la muerte. Los altos mandos, ansiosos de medallas sacrificaban a miles por tomar una insignificante colina o por avanzar 200 metros. Decenas de miles cayeron por la letal mezcla de tácticas antiguas con tecnología moderna.

En medio de todo esto sucedió algo espontáneo y completamente inesperado. En la Navidad de 1914, cuando la consigna era el odio, los soldados de ambos bandos dejaron de disparar. Esa Nochebuena, repentinamente las trincheras se llenaron de cantos.

      
             
      

Guillermo Díaz, es estudioso de la historia militar y de acontecimientos y curiosidades. Abrimos la Enciclopedia Oculta y vamos conocer un episodio en el que en medio del odio, la muerte y la destrucción, surgió una luz inesperada. Vamos a adentrarnos en la conocida como Tregua de Navidad.

Partido entre enemigos

tregua de navidad

Vamos a hablar de un suceso que se dio en la Primera Guerra Mundial, un conflicto especialmente terrible. "Aquí se solapó el mundo de ayer y el del hoy, la táctica antigua con la tecnología moderna"  

Hablamos de los combatientes y de la vida en las trincheras. "Los soldados estaban rodeados de hacinamiento, de suciedad. de barro, en uno climas lluviosos, porque la guerra se libra en centro Europa, las epidemias y las ratas eran constantes"

      
             
      

Llega la Navidad de 1914, la primera que los soldados pasan fuera de sus hogares. "Parece ser que los alemanes comenzaron a cantar el 'Stille Nacht', conocido en español como 'Noche de Paz', fue una de las canciones más emblemáticas durante la Tregua de Navidad de 1914 en la Primera Guerra Mundial" 

Originalmente compuesto en Austria en 1818, este villancico había alcanzado gran popularidad en Europa a principios del siglo XX y era conocido tanto por los soldados alemanes como por los aliados. "Parece una fábula, pero sucedió de verdad y salieron de las trincheras para encontrarse con el enemigo y compartir regalos" 

El intercambio de regalos durante la Tregua de Navidad de 1914 fue un acto espontáneo y profundamente humano. En un contexto donde el sufrimiento y la muerte eran la norma, este gesto se convirtió en una manera de conectar con el “enemigo” como igual. Aunque los soldados no tenían mucho que ofrecer, compartieron con generosidad lo poco que tenían, transformando objetos cotidianos en símbolos de fraternidad.

      

Tregua

partido de fútbol

Hubo un partido de fútbol durante aquella tregua de Navidad de 1914. "Improvisaron balones y porterías y es una de las historias más emblemáticas y simbólicas de aquel evento, aunque está envuelto en una mezcla de relatos confirmados y leyendas". Este juego improvisado se ha convertido en un poderoso símbolo de fraternidad en medio del conflicto.  

En la Enciclopedia Oculta de Guillermo Díaz hemos conocido cómo el bien puede abrirse camino hasta en el peor de los momentos. Cómo la esperanza y el reconocer al otro como un igual es capaz de detener incluso una guerra. Aunque por desgracia solo fuera unos instantes.