Una cúpula a 130 metros, un palacio por amor y una muralla de 21.200 km: construcciones históricas

Hoy, la industria de la construcción está aliada con la tecnología: se diseñan proyectos con realidad aumentada y con impresión 3D, se utilizan drones durante las obras, existen hormigones autorreparables... capaces de arreglarse solos si se produce una fisura interna. De todos estos avances tecnológicos disponen hoy en la construcción, pero... ¿te imaginas cómo fue levantar una cúpula de 42 metros de diámetro, a 130 metros de altura... con los conocimientos y las técnicas del siglo XVI?

En 'La Noche de Adolfo Arjona' viajamos hasta el Vaticano, donde se encuentra la cúpula en voladizo más grande del mundo, en la Basílica de San Pedro. Pasearemos por el impresionante Taj Mahal, en la India, un monumento funerario que se tardó 23 años en construir. Descubriremos qué técnicas usaron los egipcios para levantar las pirámides. Y también viajamos a China, para saber quién y por qué ordenó construir la Gran Muralla.

BASÍLICA DE SAN PEDRO

En el año 1506 comenzaba la construcción de uno de los edificios más impresionantes del mundo, no solo por lo que representa, sino por sus enormes dimensiones y la belleza de su arquitectura. Hace más 500 años, el Papa Julio II colocaba la primera piedra de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, cuya obra se prolongó más de un siglo, bajo la influencia de arquitectos, como Bramante, Rafael, Miguel Ángel o Bernini.

El templo más representativo del Cristianismo es también el templo cristiano más grande que existe. Y los datos lo demuestran. La Basílica tiene una superficie cercana a las dos hectáreas y media que, buscando un símil, es como si uniéramos el estadio Santiago Bernabéu, el Camp Nou y el antiguo Vicente Calderón.

Compararla con otros templos es aún más fácil. Basta con visitar la Basílica, pasear por el eje central y ver las marcas que hay en el pavimento, con la longitud de otros grandes templos de la Iglesia Católica, entre ellos la Catedral de Saint Paul de Londres o la Catedral de Sevilla.

Si accedemos a la Basílica de San Pedro por la puerta principal y nos situamos mirando hacia el altar, tendremos delante de nosotros, en línea recta, 218 metros, que es la eslora de un buque con capacidad para 600 pasajeros.

LA CÚPULA EN VOLADIZO MÁS GRANDE DEL MUNDO

La de la Basílica del Vaticano es la cúpula en voladizo más grande del mundo, con un diámetro de 42 metros y una altura de más de 130 metros. Un diseño de Miguel Ángel, que se inspiró en la cúpula de la Catedral de Florencia para crear una obra impactante.

En ascensor o subiendo a pie uno a uno más de 500 escalones, llegamos a la parte superior de la cúpula desde donde se pueden contemplar las mejores vistas de Roma en general y de la Plaza de San Pedro en particular. Es obra del maestro Bernini y su construcción es posterior a la Basílica. La rodean 284 columnas dispuestas en cuatro filas... columnas de 16 metros de altura, que es la mitad de lo que mide la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro.

Para la ejecución de la Basílica de San Pedro fueron necesarios 120 años... con sus casi 44.000 días y su millón de horas, que es el mismo tiempo que se prolongó la construcción de la plaza de toros de La Maestranza de Sevilla.

Javier Martínez-Brocal, corresponsal de ABC en el Vaticano, corresponsal de La Sexta en Italia y autor de libros como 'El Vaticano como nunca te lo habían contado' de la editorial Planeta, le cuenta a Adolfo Arjona algunas curiosidades como que se realizó una especie de concurso para elegir el diseño de la Basílica del Vaticano. “El mejor en ese momento era Bramante y, además, era el único que se atrevía a empezar a derribar la antigua basílica, que tenía más de diez siglos, y a construir una nueva”, explica Martínez-Brocal.

OBRA DE MIGUEL ÁNGEL

Tras la muerte de Bramante, de Rafael... el Papa le pidió a Miguel Ángel que se hiciera con las obras. “Puso como condición cobrar poco, pero tener plenos poderes para hacer lo que quisiera”, propuesta que fue aceptada. Él, Miguel Ángel, diseñó la cúpula de la Basílica de San Pedro, cuya su construcción finalizó 24 años después de su muerte. Según le cuenta el experto a Arjona, está pensada para que “desde cualquier de Roma se sepa dónde está la tumba de San Pedro”.

Se da la circunstancia de que, en los años durante los que se construyó la cúpula, Leonardo Da Vinci estuvo en Roma y “de las pocas cosas que hizo en Roma fue realizar unos estudios para construir los andamios para levantar la cúpula”.

OTRAS GRANDES CONSTRUCCIONES

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