Así es la nueva pirámide alimenticia

Una alimentación sana va mucho más allá de las dietas pasajeras y de régimenes extremos. Lo que ingerimos es mucho más importante de lo que creemos, consumir alimentos adecuados previene múltiples enfermedades y asegura una buena salud.

En la Guía de la Alimentación Saludable, Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, aborda todo el proceso alimenticio desde las elecciones de los productos hasta el cocinado de estos, pasando por la preparación o la conservación.

La dieta mediterránea y la dieta japonesa siguen siendo los dos modelos más saludables a seguir. España, Francia e Italia están a la cabeza de la mejor alimentación con un sistema alimentario que permite la compra de cercanía, el consumo de productos estacionales y la singularidad de comer en familia y mantener las recetas tradicionales. El modelo de la dieta Mediterránea es excelente no solo a nivel gastronómico si no también a nivel social y cultural.

Javier Aranceta explica que la base de la alimentación, aquellos productos que han de consumirse de forma diaria, son los productos integrales como el pan, pasta, harina y legumbres junto a frutas, verduras y hortalizas que se pueden consumir tanto en su forma original como en ensaladas. El aceite de oliva, el producto estrella de nuestra dieta, cuando se utiliza en crudo es importante que sea virgen extra.

También es importante el consumo de carnes blancas, pollo, pavo, conejo, legumbres y frutos secos como nueces, avellanas y almendras.

Los productos que hay que consumir en menos cantidad son las carnes rojas y los embutidos, y cuando se toman hay que hacerlo con calidad, que sean productos ecológicos.

En cuanto a los líquidos es importante el consumo de agua, aunque este depende de la época del año, siempre tomando como mínimo 4-6 vasos diarios. Un buen método para saber si se está poco hidratado es el color de la orina, si este es oscuro deberemos beber más agua. La cerveza y el vino no están prohibidos, de hecho uno o dos vasos están recomendados, siempre evitando los excesos.

Una buena alimentación comienza a la hora de hacer la compra. Los supermercados están configurados para que que se compre mucho y cosas que no son necesarias, por ello suelen poner los productos básicos al fondo. Para evitar caer en las trampas de estas grandes superficies hay que ir a comprar sin hambre y sin sed para no caer en la tentación y preparar previamente la lista de la compra.

El complemento ideal de la alimentación es el ejercicio físico, no es necesario pasar horas y horas en el gimnasio, con caminar 10000 pasos a buen ritmo es suficiente y se puede complementar con deportes como la natación, ir a dar una vuelta con la bici o algún partido con amigos. Llevar un estilo de vida saludable no cuesta mucho, solo es cuestión de planificación e invertir un poco de tiempo para evitar enfermedades y mejorar así nuestra salud y bienestar.