Cómo hacer que nuestros hijos colaboren en las tareas de casa

Pedro García Aguado, codirector del método "Aprende a educar" nos da consejos para que nuestros hijos participen en las taréas domésticas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Que los hijos ayuden en casa suele ser una misión imposible y muchos padres acaban cargando con todas las tareas cotidianas de la casa sin ninguna ayuda. Cuando son pequeños es fácil que sientan más interés por estas labores, porque se lo toman como un juego, sin embargo cuando son mayores y pueden ser más útiles, que colaboren con las tareas domésticas es mucho más complicado.

Pedro García Aguado, nuestro coach de La Noche y codirector del método “Aprende a educar” nos anima a que empecemos a pedir a nuestros hijos desde que son bien pequeños a ayudar con cosas simples, como llevar el plato al fregadero o a la persona que esté en la cocina, o incluso a que hagan la cama. Al principio estas tareas las harán mal debido a que aún no habrán adquirido las habilidades necesarias, pero así obtendrán un hábito, y ya lo perfeccionarán más tarde.

Cuando nuestros hijos son mayores intentar que empiecen a colaborar es más difícil. A los adolescentes les gusta la satisfacción inmediata, algo que no da las tareas del hogar. Su dejadez lleva a los padres a cartigarlos con no dejarles salir o quitarles su videojuego favorito, pero esto no ayuda a corregir su comportamiento. Pedro anima a darles a conocer la consecuencia directa de sus actos: Si no recogen el plato, no tendrán cubiertos limpios para comer, si no recogen su ropa, no podrán ponerse nada limpio.

Los hijos aún así tienden a compararse con sus hermanos y recriminarse que unos colaboran más o menos, para ello una tabla de tareas ajustada a sus edades es la solución para organizar a todos los miembros de la familia con labores equitativas.

Educar a nuestros hijos en mantener la casa limpia y ordenada puede ser complicado, pero vale la pena hacer el esfuerzo y que los padres no acaben cargando con todas las tareas sobre sus hombros, porque así cuando sean mayores, los hijos serán capaces de llevar adelante su propia casa.