Cuidado si tienes alergia al polen: La clave a la que tienes que estar atento si no quieres tener asma
El doctor Darío Fernández explica en 'La Noche de COPE' por qué puedes tener más riesgo de tener este problema de salud y cuál es la reacción que marca la diferencia
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Estamos viviendo ya los primeros síntomas, llevamos unos días ya viéndolo en las consultas: las primeras reacciones a la alergia. Lo primero que aclara en 'La Noche de COPE' el doctor Darío Fernández es la diferencia que hay entre un catarro y una reacción alérgica porque tienen algunos síntomas que son comunes, pero no es difícil diferenciarlo. Si nos fijamos en los mocos "en el catarro con su espesor nos cuesta expulsarlos" y en las reacciones alérgicas "no, por eso salen de tal forma que hasta gotean".
En los ojos, "la persona que está acatarrada puede tenerlos hinchados por estar cansados, pero en las alergias están rojos y llorosos". "Algún estornudo se escapa en los catarros", explica el médico de familia, puericultor, psicólogo clínico, y ex profesor de la Facultad de Psicología de la UCM. Pero son "muy frecuentes" en las alergias, "incluso son irreprimibles". En la duración también se encuentran diferencias, ya que "el catarro posee una duración más o menos aproximada de una semana", en cambio, "la reacción alérgica por las rinitis, pues duran lo que dura el contacto con el polen al que seamos alérgico" y "se pueden prolongar durante tres o cuatro semanas".
Con la pandemia nos hemos concienciado más a usar la mascarilla y cuando tenemos un catarro nos la ponemos para no contagiar a los demás. La cuestión es si es útil para evitar los síntomas que nos provoca la alergia. El doctor aclara que lo son "para no estar respirando el polen": "Todos los que tengan rinitis alérgica y estornudos que vuelvan sin ningún complejo a la mascarilla porque es en definitiva un método de barrera, ya que los granos de polen más pequeños tienen unas 15 micras de diámetro y los mayores hasta 30 o 40 y cualquier tipo de mascarilla no deja pasar partículas mayores de una micra".
Alergias y asma
La alergia no es una enfermedad en sí misma, sino la causa de una enfermedad, o la causa de varias enfermedades al mismo tiempo. Y el hecho de que se reproduzcan continuamente estos síntomas puede incrementar las posibilidades de sufrir, por ejemplo, asma. El doctor estima que "tienes entre 25 y 50% por ciento de probabilidades de desarrollarla". "Pero no siempre es así", avisa. La alergia es una causa de asma, pero no la única, e influye de dos maneras: como desencadenante de episodios agudos y como causante de inflamación crónica.
"Hay personas que se ven afectadas en nariz y ojos, pero no en los bronquios. El problema con alergia no es hasta dónde llega el grano de polen, sino como reacciona la mucosa en ese momento. Hay algunas personas que el grano de polen llega a los bronquios y no reacciona y no hay brote de asma", concreta Darío Fernández. El asma alérgica representa el 70% de todos los tipos de asma y es la enfermedad crónica más frecuente en niños y adultos jóvenes. Muy a menudo el asma aparece en forma de crisis. Puede llegar a ser muy grave y exigir un tratamiento de urgencia. Por eso hay que tener cuidado.