¿Es más peligrosa la avispa asiática que la autóctona?

La avispa velutina o asiática entró a España por Francia y ha llegado hasta provincias como Cáceres o Tarragona

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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A escasos días de verano algunos ya empeizan a disfrutar todo lo bueno que esta estación conlleva, como el sol, la playa, los helados, las piscinas... Pero el verano también trae consigo a las avispas, y, aunque estos sean pequeños insectos, para los alérgicos supone una gran amenaza, dándose casos graves si no se tratan con rapidez.

A esto se suma una especie que entró a España hace unos años desde Francia: la avispa velutina, o como comúnmente se conoce “la avispa asiática”. Este insecto ha causado ya muertes en nuestro país. Se caracteriza por su color negro y su tamaño, más grande que la avispa común. Mónica y Rafael es un matrimonio que bien conoce su amenaza, ambos son alérgicos y durante 9 días estuvieron encerrados en su casa porque en su huerto había un gran nido de esas avispas. Los bomberos no podían atenderles y durante más de una semana vivieron una auténtica pesadilla.

Lolo Andrade, es técnico de Protección Civil experto en la erradicación de avispas, desde 2014 ha acabado con más de 5 millones de ejemplares. Explica que para acabar con ellas hay que eliminar a la avispa reina ya que es la que pone los huevos. Su actividad comienza en primavera, criando a unas 20-40 avispas que empiezan a hacer el nido. La reina se identifica por su mayor tamaño y porque tienen el aguijón atrofiado para poder poner huevos.

Esta especie se detectó por primera vez en España en el País Vasco, se intuye que entró por algún vehículo donde hubiese algún avispero, posteriormente llegó a Galicia. En el sur se puede encontrar en Cáceres, ya que entró por Portugal y el la costa Mediterránea en el Delta del Ebro. Lolo piensa que este año podría incluso alcanzar Valencia.

Esta avispa ha provocado un estado de alerta en los últimos veranos, pero Berta Ruiz, alergóloga del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, explica que no hay pruebas de que el veneno de esta avispa sea más peligroso que el de la autóctona. La picadura es más dolorosa al ser esta avispa más grande, y eso también influye en la cantidad de veneno que puedan inyectar. Ante un ataque de esta especie hay que hacer lo mismo que en las avispas autóctonas, poner algo frío. Hay que evitar recurrir a remedios populares como echarse orina o barro, porque las bacterias que se encuentran en ellos pueden causar infecciones.

El peligro en las picaduras de toda avispa reside en las personas alérgicas, que según su grado han de llevar consigo adrenalina y ante un a picadura ir corriendo al el centro de salud más cercano.