'Pastando con lobos', un proyecto donde ovejas y lobos coexisten pacíficamente

Alberto Fernández adoptó a 15 mastines para cuidar a sus ovejas y evitar de forma pacífica el ataque de los lobos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Alberto Fernández tiene 35 años y era, hasta hace unos años, un electromecánico con trabajo estable. Así era su manera de ganarse la vida hasta que esta dio un giro de 180 grados. Cambió la civilización por la naturaleza, y fue a Santa Colomba, un pueblo zamorano localizado en la comarca de Sanabria, y se convirtió en un pastor con una imagen muy alejada de la que puedas tener en la cabeza.

Ahora, junto a su mujer Rosa González y sus tres hijos, cuidan más de 1.000 ovejas de raza castellana y merina destinadas a la producción de carne. No exhiben la típica imagen que pueden exportar otros pastores, pero sí comparten la misma amenaza: el lobo, el enemigo común de todos los rebaños.

Para contrarrestar este peligro continuo, Alberto y Rosa decidieron adoptar a 15 mastines. Su afán ecológico y este ejemplo de buenas prácticas ha supuesto el reconocimiento por parte de WWF (World Wildlife Fund), la organización independiente de conservación de la naturaleza más grande del mundo.

El matrimonio vivía en Santa Columba, sin embargo él trabajaba en la ciudad y solo podía pasar al mes unos días en su pueblo natal con su familia. Un día decidió dejar su trabajo en la ciudad y se quedó con las ovejas de su padre, un gran cambio del que Alberto no se arrepiente para nada, ya que aunque trabaje muchas horas al día (a veces más de doce), lo hace para él mismo, con horarios flexibles y sin depender de ningún jefe.

Alberto conocía la profesión por su padre y sabía que los lobos eran una gran amenaza para sus ovejas, por ello decidió adoptar a 15 mastines que le ayudarían a protegerlas y evitar así los ataques de los lobos. Aunque sea un buen método esto no garantiza al 100% que sus ovejas estén a salvo. Hace poco a una compañera de profesión que comparte su misma forma de pastorear, tras el asalto de un lobo, perdió a ocho de sus ovejas. Cada una de ellas ronda los 120 euros, pero Alberto explica que no es solo el dinero lo que se pierde, si no años de producción, ya que cada oveja puede dar a luz a más corderos, por lo que cada una de ellas es una gran inversión.

A pesar de la peligrosidad de los lobos este pastor ha sabido convivir con ellos sin atacarlos. WWF quiere dar a conocer su iniciativa “Pastoreando con Lobos” para mostrar que este animal, por salvaje que sea y al igual que muchos otros, puede coexistir con los humanos de forma pacífica.