Pedro García Aguado: “Es obligación de nuestros hijos ayudar en casa"

El intervencionista familiar de ‘La Noche de COPE’, Pedro García Aguado, sigue enseñándonos cómo aprender a educar a nuestros hijos.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En esta ocasión, nos explica cómo ponerles límites en lo que hacen. “No hay que hacer normas por hacerlas. Hay que centrarse en situaciones por las que valga la pena confrontar con ellos. Deben ser límites razonables y formulados para que ellos lo entiendan”, contaba Pedro García Aguado.

En caso contrario, la relación padre-hijo puede entrar en graves problemas. “Si a nuestros hijos, cuando son pequeños, le decimos que deben recoger sus juguetes y lo reforzamos enseñándoles lo orgullosos que estamos de ellos, iremos progresivamente consiguiendo que entren en razón. Para ello no debemos olvidar que los límites tienen que estar hechos para que puedan ser cumplidos”, ampliaba el intervencionista familiar de ‘La Noche’.

Si no, cuando entren en la adolescencia será más difícil tratar con ellos. “Aunque en esta edad los límites también deben ser razonables y adaptaros. Tienen que ser formulados de manera positiva y consistente. Esto será necesario para que la norma les haga comprender la importancia de la situación. Si bien es cierto que podemos dejar margen a la negociación, para que no haya malentendidos”.

Sin embargo, si los límites son ignorados, “hay que establecer de manera táctica las consecuencias que tendrán si no se respetan. Para ello necesitaremos instrucciones precisas”, afirmaba Aguado.

Finalmente, también deben saber las consecuencias positivas. “Los peligros y los castigos se reproducen si conllevan estímulos positivos EN los niños. Es necesario que conozcan el refuerzo positivo, lo orgullosos que estamos de ellos, no premiarlos con dinero si nos ayudan. Ésa es su obligación, tienen que ayudarnos en el hogar dentro de sus posibilidades. No hay que recompensar, hay que reforzar”, detallaba Aguado.

“Otra cosa sería lo extraordinario, ahí si habría margen para reconocérselo. Algo que le cueste un especial esfuerzo, como los estudios”, concluía Pedro García Aguado.

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