Una astrofísica malagueña lidera la construcción de telescopios gigantes

La malagueña Amelia Bayo cuenta en 'La Noche de COPE' como quería dedicarse a la Astronomía, y acabó conquistando el cielo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En la década de los 80 y 90, en el pintoresco barrio de la Victoria (en Málaga), creció Amelia Bayo. Una ex alumna de las Teresianas que desde pequeña sintió verdadera pasión por aprender cosas nuevas. Una pasión que trasladó a sus estudios. Hizo la carrera de Matemáticas, pero pronto se daría cuenta de que su verdadera meta estaba en el cielo. Por encima de los edificios de La Victoria y de las gaviotas de Málaga. Mucho más allá. Amelia quería dedicarse a la Astronomía. Y por muy inalcanzable que pudiera parecer el cielo, lo consiguió.

En el currículum de esta malagueña de 37 años figuran ya, entre otras cosas, un doctorado en Física por la Universidad Autónoma, haber pasado por la Agencia Espacial Europea, por el Observatorio Europeo Austral... o por el Instituto de Física y Astronomía, y el Centro de Astrofísica de Valparaíso (Chile). Aquí trabaja actualmente, liderando un proyecto para la construcción de espejos de un sistema de telescopios gigantes.

Al ser preguntado por el origen de todo, explicaba que “varios profesores me dijeron que me fuera a Madrid, cuando estaba estudiando en Málaga, para poder hacer investigación. Entonces, quería hacer unas prácticas de verano… y probé en la Agencia Espacial Europea, donde me cogieron. Fue una sorpresa”.

Allí se impregnó de la pasión de los investigadores en Física y Astronomía. Más tarde, durante su tesis visitó Chile y se enamoró del país y de su cielo. “Me tumbaba mirando al cielo durante horas y horas, y ahí me di cuenta lo impresionante que es la Vía Láctea vista desde aquí. Me enganché por completo”, añadía Bayo.

En ese país sigue trabajando hoy en día, “interpretando cómo pasa el polvo y el gas del disco donde se forman los planetas a las estrellas”. “Puede parecer un poco extraña, pero es inquietante a la par de ilusionante”, detallaba entre risas Amelia Bayo.

Coordina un equipo formado por 25 personas, entre los que están observadores e ingenieros dedicados a la formación de estos telescopios gigantes que hemos mencionado antes.

Sobre estos aparatos ideados para entender mejor la formación de planetas, Amelia Bayo afirmaba lo siguiente: “Cuando queremos estudiar cómo se forman los planetas, trabajamos con tal nivel de detalle que necesitaríamos un telescopio de un kilómetro de diámetro. Y eso es imposible”, contaba la astrofísica malagueña.

Pero hay una alternativa factible, podemos tener el mismos resultados “si se construyen muchos telescopios de 2 a 4 metros, los distribuimos separados por un kilómetro, y hacemos que la luz coincida y se colecte de una manera simultánea”.

En esa apasionante pero compleja tarea se encuentra trabajando la astrofísica malagueña Amelia Bayo, quien están, más cerca que nunca, de tocar el cielo.

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