La cara B de la subida del SMI: "Prefiero estar cerrado"
Pequeños empresarios denuncian que el aumento salarial perjudica su actividad y su producción
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ponte en situación: Eres un pequeño empresario; tienes, por ejemplo, un restaurante, y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 950 euros te tiene dando vueltas a la cabeza. "Tengo 11 empleados, y me han obligado a no abrir por las noches porque tengo que tener el doble de trabajadores. Prefiero estar cerrado a abrir", dice Pepe en 'La Noche'. Es hostelero en la Región de Murcia, y el aumento del SMI anunciado hace unos días por el Gobierno le obliga a cerrar en según qué fechas su negocio.
Pepe no puede permitirse pagar más y mantener a todos sus empleados, o abrir su restaurante tantos días como antes. Ello implicaría más costes, y si encarece sus servicios, los clientes dejarían de ir a su local. Así que la única solución que le queda es cerrar, por ejemplo, los sábados por la noche, días en los que hasta ahora celebraba banquetes de boda. Así que él no está tan feliz como lo está la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuando anunciaba la medida:
José Vicente Andreu es empresario agrario de Orihuela, en Alicante. Él tampoco está muy feliz... su producción está en una de las zonas más afectadas por la DANA el pasado otoño. Ahora ve cómo la subida de los sueldos le complica su día a día en un contexto en el que tiene que competir, por ejemplo, con productores de Egipto, donde la mano de obra es infinitamente más barata que en España.
Desde asociaciones del sector como la suya, Asaja, denuncian este incremento salarial como “inasumible”, algo a lo que también se refería el presidente de los empresarios, Antonio Garamendi. Para más inri, este martes el Instituto Nacional de Estadística ha publicado la EPA del último cuatrimestre de 2019. ¿Qué dice? Que el año pasado se cerró con la creación de poco más de 400.000 empleos, el peor dato desde 2013.
La fórmula de la preocupación parece clara: una subida de salario repercute en más costes de producción (en especial para los pequeños empresarios como Pepe o José Vicente), y dificulta la creación de puestos de trabajo. A todo este cóctel hay que añadir, además, que: