Cuatro claves para hacer el cambio de armario de manera sencilla esta primavera según una profesional
La mejor forma de guardar la ropa de invierno y cómo aprender a descartar ropa, según Begoña Pérez, una ordenatriz profesional
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¡Qué locura este mes de abril! Estamos teniendo de todo, desde días de mucho calor, donde nos sobra todo, hasta otro de mucho frío e incluso nieve, como ha pasado en la Sierra de Madrid hace unos días. Con esta locura de tiempo, ¿qué hacemos con la ropa de nuestro armario? ¿Hacemos ya el cambio de armario o nos esperamos unos días más?
En 'La Noche' de COPE se lo preguntamos a Begoña Pérez, ordenatriz profesional y colaboradora habitual de nuestro programa. Hemos inaugurado esta época del año en que vestimos por capas como una cebolla, con una capa encima de otra, y es momento de preguntarnos si podemos comenzar ya con el cambio de armario.
Nuestra ordenatriz asegura que podemos ir empezando, poco a poco, quitando algunas prendas como los chalecos de lana, el cuello vuelto o los abrigos de piel sintética. Además, nos recuerda que el cambio no implica solo la ropa, sino también cosas de casa, como pueden ser edredones o alfombras.
El cambio de armario puede suponer un momento de tensión y de incertidumbre. El ver toda la ropa desordenada puede generarnos cierto estrés y el tener que descartar ciertas prendas resultado complicado en muchas ocasiones. Por ello, Begoña Pérez nos ha dado una serie de trucos y consejos para hacer el cambio de armario de la manera más sencilla y efectiva posible.
Cuatro claves para hacer el cambio de armario esta primavera
En primer lugar, debemos estar muy tranquilos. Es conveniente reservar varias horas, sabiendo que nos llevará un tiempo y no tener que terminarlo con hora, para no ir agobiados. Además, tenemos que ser conscientes de que durante unos días vamos a tener bastantes cosas por medio, ya que tenemos que lavarlas y meterlas en caja.
A la hora de descartar una prenda, la máxima debe ser: si no nos hemos puesto algo y sabemos que no nos lo vamos a poner, tenemos que ser honrados y saber que es mejor que tenga otra vida, donarlo, reciclarlo o dárselo a alguna amiga.
Para guardar la ropa de invierno, nuestra ordenatriz recomienda hacerlo con laurel, como hacían nuestras abuelas. Se trata de una planta que no huele y no mancha, y además evitar que la polilla legue a la ropa. En cuanto a las bolsas que absorben el aire y hacen que las cosas ocupen menos, Begoña nos recomienda que las usemos para cosas determinadas, que abultan mucho, como puede ser un edredón, que enseguida vuelve a coger forma al sacarlo.
Por último, a la hora de sacar la ropa de verano, no hace falta volver a lavarlas, aunque sí puede que tengamos que planchar algunas prendas, como pueden ser las de hilo. También es importante airearlo todo y valorar si nos lo vamos a poner antes de colocarlo.