“Decirle a mi hija que tenían que amputarle las manos y los pies fue el peor momento de mi vida”

Ismael Almagro, el padre de Sarah, nos cuenta cómo una bacteria cambió la vida de su hija

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“Decirle a mi hija que tenían que amputarle las manos y los pies fue el peor momento de mi vida”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Sarah Almagro tiene 18 años y vive en Marbella. Como cualquier chica de su edad, sus planes más inmediatos eran pasar un estupendo y merecido verano para marcharse a la universidad y comenzar su carrera de derecho. Pero algo pasó en su vida y todo cambió.

De la noche a la mañana Sarah sufre una infección que le provocó una septicemia con fallos multiorgánicos. El 90% de las personas a las que les ocurre esto fallecen, pero Sarah lo superó. En el proceso ha perdido las dos manos y los dos pies. Ahora, tanto ella como su familia necesitan la ayuda de todos.

En 'La Noche de COPE' hemos hablado con Ismael Almagro, el padre de Sarah. Sin duda lo primero que tanto Adolfo como los oyentes querían saber era cómo estaba Sarah después de la operación a la que ha sido sometida recientemente. "La verdad que muy bien y estamos muy contentos”, ha dicho. 

La alegría era por partida doble, su hija había salido bien de la operación pero además, Ismael le contaba a Adolfo que “nos confirmaron que iban a injertar una pierna hoy y la otra pierna dentro de 10 días, pero han decidido injertar las dos piernas hoy. Eso supone haber terminado con los injertos de piel y eliminar un día de entrar a quirófano, que bueno, también implica terminar este proceso 10 días antes”.

Para entender esta historia hay que remontarse a finales de julio. El padre de Sarah cuenta que “esto empieza con unos síntomas similares a lo que puede ser una gastroenteritis: nauseas, vómitos y casi poco más. Le diagnosticaron una gastroenteritis, pero al siguiente día estos síntomas se acentúan y además tiene picos muy altos de fiebre. Por eso la decidimos llevar al hospital”.

En el hospital volvieron a ratificar esa gastroenteritis pero Ismael cuenta que “cuando llegaron los cultivos vieron que no era una simple gastroenteritis, sino que había una infección en sangre”. “La bacteria que encontraron es muy muy agresiva. Prácticamente en 3 horas puede acabar con la vida de una persona y nosotros tuvimos mucha suerte porque Sarah está aquí”.

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