La meningitis, una enfermedad mortal si no se diagnostica a tiempo
En España y Europa ha aumentado el 27% de los casos de esta enfermedad en el último año
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los niños pequeños son propensos a coger muchas enfermedades cuando son bebés y aunque muchas veces los síntomas parezcan propios de una gripe o un simple resfriado no siempre es así. Los pediatras están alertando del aumento del 27% de casos de meningitis en el último año una enfermedad muy grave que puede tener consecuencias mortales.
Lucía Galán, pediatra y autora del blog “Lucía, mi pediatra” nos explica que la meningitis es una enfermedad infecciosa de las meninges, una membrana que rodea el cerebro. Hay de dos tipos principalmente, las víricas, más inofensivas, y las bacterianas, que son más agresivas y pueden poner la vida de los pequeños en peligro si no se diagnostica a tiempo.
El problema a la hora de localizar casos de meningitis es que el diagnóstico no es sencillo, los síntomas iniciales son casi indistinguibles de una gripe: vómitos, fiebre alta, irritabilidad o manchitas rojas en la piel. Para ver si esas manchas son nocivas Lucía nos explica que hay que estirar la piel. Si la mancha clarea no son peligrosas, pero si no desaparecen y sigue estando roja se tratan de petequias y hay que ir a urgencias lo antes posible. También es importante vigilar el estado del niño cuando está enfermo, observar su ánimo, la respiración y el color de la piel.
En las primeras 12 horas se puede detectar rigidez en la nuca, la persona contagiada no puede doblar el cuello y tocar el pecho con la barbilla. Si no se trata en 20 horas se puede entrar en coma, aunque a veces detectar los síntomas no es tan sencillo.
El contagio se produce por la saliva, sobre todo en los niños que hablan muy cerca unos de otros, comparten juguetes, botellas... Para evitar la meningitis las vacunas son la única medida preventiva. Lucía insiste en que hay que revisar los calendarios vacunales y no esperar a que sean más mayores ya que la infección puede producirse en cualquier momento.
Muchos niños son reacios a las vacunas y la consulta de enfermería puede resultar una auténtica casa del terror. Lucía conoce bien a sus pequeños pacientes y con su libro “Cuentos de Lucía, mi pediatra” explica las dudas que tienen los padres y los niños a través de su personaje Lola una niña de 4 años. Uno de los capítulos del libro está dedicado a las vacunas donde se explica su importancia y que es peor la enfermedad que el temido pinchazo.
Rubén Darío, abogado de la Asociación de Victimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa), conoce bien la peligrosidad de la meningitis y de no detectar la enfermedad a tiempo. Para él fue duro ver como murió un niño de 14 por un mal diagnóstico inicial y no proporcionarle la medicación adecuada a tiempo. La exploración para localizar la meningitis es sencilla y a los pocos minutos de ingresar en el hospital se sabía que el chico tenía meningitis pero ya era tarde.
Cesar Rubio es padre de familia numerosa con hijos de 15,14 y 8 años, todos sus hijos han sido vacunados por un seguro privado, ya que no había producción en el mercado hasta que hubo una alarma social y encontraron que la oferta no cubría la demanda. Explica la necesidad de unificar los calendarios vacunales ya que en cada comunidad tienen fechas diferentes y no están coordinados.
En España, a diferencia de otros países, la sanidad pública cubre las vacunas y disponemos de buenos profesionales sanitarios que conocen la importancia de la vacunación. Aún así Amós García Rojas, Presidente de la Asociación Española de Vacunología, explica que sigue habiendo padres que no quieren vacunar a sus hijos. Estos tienen dudas de porqué hay que administrar un producto biológico para una enfermedad que ya no existe. Este tipo de enfermedades están controladas precisamente por la vacunación, de lo contrario la enfermedad podría volver. García Rojas insiste en que vacunar a nuestros hijos no sirve solo para protegerlos a ellos, si no también a la sociedad.