Pedro García Aguado: “Queda muchísimo trabajo por delante para acabar con la violencia contra las mujeres”
El intervencionista familiar de ‘La Noche de COPE’, Pedro García Aguado, sigue enseñándonos cómo aprender a educar a nuestros hijos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En esta ocasión viene para hablar sobre la violencia contra las mujeres (en cualquiera de sus formas), y como prevenir, formar, y evitar que estas conductas sigan reproduciéndose.
“La violencia puede ser ejercida de hombres a mujeres, o viceversa, pero está claro que hay una gran desigualdad cuando es entre un hombre y una mujer. Estamos hablando de actos violentos que tengan como consecuencia daños sexuales, físicos o psicológicos… tanto en la vida pública o privada”, así definía Pedro García Aguado la violencia contra la mujer.
Una violencia que, en muchos de los casos, es psicológica, “haciendo que las mujeres se sientan intimidadas, controladas o culpables sin motivo, e incluso que no tengan acceso económico para que dependan del acosador”, explicaba Aguado en La Noche.
“Parece mentira que en pleno siglo XXI haya todavía estas cifras de asesinatos a mujeres. Aunque es cierto que ahora la sociedad es más consciente, y la educación machista está cambiando. Esto es necesario remarcarlo, porque ni la mujer es un ser débil, ni hay que protegerla ni dejarla en casa”, sentenciaba el educador de La Noche.
Sin embargo, hay varios motivos para que una persona se comporte así, de manera machista, sobre todo cuando son niños. “Muchos suelen creer que el respeto se gana a base de violencia, pero hay que culpar al progenitor, no al hijo, porque están validando esta problemática por el mensaje que han recibido por parte de sus familias y de los medios de comunicación”, explicaba Aguado.
En cuanto al papel de los centros educativos en esta lucha por la igualdad y por acabar con la violencia contra la mujer, Pedro García Aguado comentaba que “se está creando una competición entre hombres y mujeres. Hay que educar desde la igualdad, no desde la competitividad, no hay que confrontar a mujeres y hombres”.
Finalmente, Aguado concluía que “queda muchísimo trabajo por delante y, por tanto, mucho tiempo para conseguir erradicar estas conductas”.