¿Vives demasiado rápido en tu día a día? 3 consejos para llevar un ritmo de vida más tranquilo

Vivimos en la cultura de la inmediatez y las prisas. Es cierto que en muchas ocasiones, como por ejemplo en el trabajo, la rapidez y la agilidad son necesarias e implican eficacia y productividad. Pero también es cierto, que en otros ámbitos, como por ejemplo el personal, si no ralentizamos, e incluso paramos el ritmo, perdemos la oportunidad de saborear y disfrutar la vida misma, una cuestión estrechamente relacionada con nuestra felicidad.

En Francia hay un tren que viaja a 575 km/h, en Japón hay un McDonald 's que promete servir tu hamburguesa en menos de 60 segundos, y en Estados Unidos hay un barbero famoso por realizar 34 recortes en una hora. Por otro lado, como bien conoces, están muy introducidas en nuestro lenguaje cotidiano expresiones tales como la caja rápida de un supermercado, la marcación rápida en el móvil, la comida rápida o los envíos urgentes de mensajería. ¿Qué te dicen esos ejemplos? ¿No crees que vamos demasiado deprisa?

Desde hace unos años, se viene hablando de la filosofía o movimiento 'slow', es decir, de la promoción de esa vida, sosegada, consciente y a fuego lento, tan beneficiosa para nuestro bienestar y satisfacción. Para profundizar en este tema, en 'La Noche' de COPE, Beatriz Pérez Otín ha charlado con el asesor emocional David Cicuéndez.

Para poder salir de la vorágine del día a día, nuestro experto nos da tres claves que pasan por las distracciones, la gestión del tiempo y el ritmo personal. "Lo primero que debemos hacer es saber qué factores de distracción tenemos, como puede ser la hiperactividad, el uso indiscriminado del móvil", nos explica David, que añade que cada vez hay más casos de personas que han decidido comprar un móvil que no sea smartphone para utilizarlo los fines de semana y así desconectar de las redes.

El segundo punto es "saber gestionar nuestro tiempo". "Muchas veces nos cuesta semanas o meses quedar con alguien o dedicarnos tiempo a nosotros mismos y, sin embargo, hay un accidente o alguien fallece y en cuestión de horas está toda la familia reunida. ¿No estábamos tan ocupados? A lo mejor significa que también podemos sacar tiempo para cosas buenas, como ocurren en las situaciones más delicadas", nos invita a reflexionar el asesor emocional de 'La Noche' de COPE.

El tercer paso es: "parar un poco el ritmo de nuestros movimientos, ir un poco más despacio a los sitios porque somos cuerpo, mente y emociones. Si vamos muy deprisa a todos los sitios, le estamos dando un mensaje a nuestro cerebro de que tenemos prisa, de que hay que ir rápido, de que todo es urgente". Estas tres claves pueden ser el principio para ralentizar tu ritmo de vida y tomártela con más calma.