La foto del día de Fernando de Haro: “ Todas las vacas, las colinas y los niños con mocos son iguales"

La foto de hoy es de Martin Parr, un clásico. Está tomada en uno de esos países en los que la gente hace excursiones durante las vacaciones de veranos con un jersey de algodón. Una pareja madurita ha dormido en un hotel con una habitación muy pequeña y un desayuno con té, pan de molde y mantequilla salada. Han recorrido una zona de colinas con muchos puertos y ahora se han detenido para ver mejor el paisaje. El salpicadero está plagado de mapas y guías locales. Y el marido, de espaldas, y con un suéter blanco, como de jugar al tenis, se concentra para disparar su cámara. Se ha echado la niebla y un alcor muy verde que tiene en frente está ya coronado por las nubes bajas. Seguro que se oyen las esquilas lejanas y la voz del pastor. La mujer con una melenita muy arreglada y con discretas perlas en las orejas no se ha bajado. Se ha quedado en el asiento del acompañante, se ha calado sus gafas de ver, aseguradas con una cadenita, y lee sin distracción posible la sección de televisión de un periódico sensacionalista. Las noticias tienen poco texto y fotos de los personajes. Uno de los titulares informa de que una señorita rubia ha perdido la guerra contra el aburrimiento. A la señora de la foto le aburre la manía que tiene su marido, la manía de mirar y remirar lo que ya está visto. Una vaca es una vaca, una colina verde es una colina verde y un niño con mocos es un niño con mocos. Todas las vacas, las colinas y los niños con mocos son iguales o casi iguales. ¿A qué tanto mirar?