EN 'LA TARDE'
"Mi agresor tiene una pensión del 100% por problemas mentales;yo del 55% sin un ojo"
Juan Cadenas era policía y fue agredido brutalmente en Puerto Serrano (Cádiz) por tres delincuentes. Estuvo a punto de perder la vida
Juan Cadenas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hay dos fechas que Juan Cadenas nunca podrá olvidar. Una es la noche del 17 de enero de 2015. Aquel día salvó la vida de milagro y perdió el ojo izquierdo tras ser brutalmente atacado. La otra fecha es la del 7 de marzo de 2016. Fue el día que la Seguridad Social tomó dos decisiones que cuesta comprender. A él le otorgó la incapacidad permanente total para ejercer su profesión de policía y le concedió una pensión del 55 por ciento de su sueldo.A su agresor, el que estuvo a punto de matarlo, le dio la incapacidad permanente absoluta para ejercer cualquier profesión a causa de un trastorno de personalidad. Y le concedió una pensión del cien por cien. Al agredido, la mitad del sueldo; al agresor, el cien por cien. Juan recibió la noticia mientras se recuperaba de sus heridas; el que intentó matarle se enteró en la cárcel.La historia es terrible; lo que ocurrió aquella noche de enero de 2015 es brutal. Ocurrió en Puerto Serrano, Cádiz, donde Juan trabajaba como policía local, un pueblo de siete mil habitantes atemorizado por los Cachimba, tres hermanos con decenas de detenciones por robo con fuerza, riñas, desórdenes públicos, malos tratos, tenencia y consumo de drogas en vía pública, y atentado contra agentes de la autoridad. Aquella noche uno de los hermanos comenzó a recorrer las calles de Puerto Serrano al volante de un coche y a gran velocidad. Le acompañaba uno de sus sobrinos, menor de edad. La policía le dio el alto, pero él no hizo ni caso. Al contrario: comenzó a hacer trompos, pisó el acelerador a fondo y se marchó. Los agentes le localizaron en un bar de copas junto a su sobrino y uno de sus hermanos. Fueron a detenerlo y recibieron patadas, puñetazos, escupitajos en la cara... pero consiguieron llevárselo a la comisaría. Allí ocurrió lo peor: el clan de los Cachimba acudió para exigir la liberación del detenido.Dicen en Puerto Serrano que Pedro es el peor de los tres hermanos Cachimba. Él es el que estuvo a punto de matar al agente Juan Cadenas. Decidido a liberar a su hermano, pegó una patada a la puerta de la comisaría, la reventó y pasó al interior llevando en la mano un fragmento de cristal de unos veinte centímetros de la propia puerta. El Cachimba se puso frente al policía y le amenazó: “A ti te tengo que matar”. El agente desenfundó su arma y apuntó, pero a los pocos segundos decidió enfundar de nuevo la pistola. Dudó: tenía miedo de las consecuencias que pudiera traerle el disparo que nunca realizó. Los hermanos Cachimba le acosaron, Juan tropezó, cayó al suelo y entonces se abalanzaron sobre él, apuñalándole en la cara con el cristal. Una de las puñaladas fue en el ojo izquierdo; otra, en el cuello, rozó la yugular. A duras penas, Juan Cadenas, el policía, consiguió huir de su propia comisaría y alcanzar su coche mientras los Cachimba le seguían para rematarle.Juan logró escapar y acabó la noche en Urgencias del hospital de Jerez. Los hermanos Cachimba se atrincheraron en la casa de uno de ellos y para asaltarla y detenerlos fueron necesarios efectivos de policía local, Guardia Civil e incluso un grupo especial de policía llegado de Sevilla.Fue el 17 de enero de 2015. Algo más de un año después llegó la decisión de la Seguridad Social: pensión del 55 por ciento para el policía y del cien por cien para el hombre que estuvo a punto de matarlo.Juan, ha recordado que en 'La Tarde' que en aquel momento vio que su ojo sangraba mucho y "me asusté mucho". “Es que fue así, intentaron quitarme la vida”. “No se le pueden dar tantas oportunidades a quien no lo merece”.“No entiendo cómo la Justicia está siendo así, es lo que de verdad me está doliendo”. "Tengo miedo de que la Justicia también sea benevolente con quienes intentaron matarme" ha lamentado el expolicía con Expósito.Juan Cadenas ha concluido que su vida ha cambiado en todos los sentidos, "ahora tengo miedo de lo que me pueda pasar si voy solo por la calle”. “Me arrepiento de no haber disparado”.