Álex García, el español repatriado por pancreatitis: "Cuando vi al Ejército, no me lo podía creer"
El vasco de 36 años ha explicado en 'La Tarde' cómo fue su experiencia de dos meses en Tailandia tras su grave enfermedad, por la que casi se muere
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Dos meses. Ese es el tiempo que estuvo Álex García, un turista vasco de 36 años en un hospital de Tailandia. Tuvo que estar ingresado, en un estado grave, porque había desarrollado una pancreatitis aguda necronizante. Estuvo, en otras palabras, a punto de morir. Y aunque ahí no le operaban y el seguro no lo cubría todo, un avión del ejército lo repatrió.
Ahora, se recupera en el hospital de Cruces de Bilbao, y la buena noticia es que ha salido de la UCI y ya está en planta. Desde su nueva habitación nos atiende en La Tarde, donde nos cuenta que está mejorando "poquito a poquito" y que, gracias a Dios, no le duele nada. Eso sí, se ve a sí mismo sin fuerzas y haciendo ejercicios para tener algo más de musculatura.
Lo que no esperaba era que su caso hubiera tenido tantísima repercusión, llegando a ser repatriado en un avión del Ejército medicalizado.
Una odisea en medio de Tailandia
Cuando empezó a sentirse mal en pleno Tailandia, Álex no esperaba que tuviera un diagnóstico tan grave y que se quedase, nada más y nada menos que dos meses en el hospital. "El primer mes en el hospital que estuve no me hicieron nada, solo me daban medicamentos para quitarme el dolor, y en el segundo hospital me pusieron unos drenajes y me iba encontrando mejor, pero no me cogían el líquido y en la tripa no me cogía y ahí me puse muy malito, pensé que no salía porque los médicos no me querían operar" expresaba.
Él, gracias a que cogió todo el viaje con una agencia, tenía un seguro, pero era de 100.000 euros. Una cantidad que puede resultar ingente, pero que, para sus gastos hospitalarios, no era suficiente. "No leía la letra pequeña, pero una vez que te pasa algo así, te das cuenta que con 100.000 euros no haces nada, recomiendo que te gastes 100 euros más en seguro y vete bien cubierto, no sabemos lo que cuesta la sanidad fuera" decía.
Ahí empezó su odisea, cuando intentó hacer un vuelo a Bangkok para volver y curarse, y el capitán le dijo que no podía subirse, que su vida corría muchísimo riesgo. "Empecé a vomitar, estuve hablando con el médico y no me dejaron, fue cuando empezó todo".
"Intentamos coger otro avión, mandamos informes de médicos, me llevan al hospital y llevaba tres horas en la ambulancia y veía que algo pasaba, vino el capitán y me dijo que no podían llevarme porque corría peligro mi vida, hasta que vino el del ejército, era una gran frustración estando enfermo. En Tailandia, si no tienes dinero, no te atienden" apuntaba.
Fue entonces cuando, tras mucho luchar y mucha repercusión, el Ejército acudió a su rescate.
"Cuando me dicen que me viene a buscar el Ejército, la coronel me había enseñado fotos del avión, no me lo creía. Estando ahí, cuando despegamos, pensé, ahora sí que sí, ahora vuelvo a casa" decía.
Ahora, tras un tiempo en el hospital y sabiendo que está teniendo una mejoría, tiene claro lo que quiere hacer. "Lo primero que voy a hacer es bajar al bar de abajo y comprarme un pincho de tortilla, pero sobre todo estar con mi familia y hacer vida normal".
Ojo, porque recomienda coger, al menos, un seguro de un millón de euros.