Cinco horas diarias durante 14 días: así adornaron siete mujeres el manto de la Virgen del Amor y el Trabajo

Gracias al trabajo de estas mujeres de la Hermandad de los Ferroviarios, la Virgen podrá lucir un manto que simula el cielo compuesto por unas 250 estrellas de orfebrería

Redacción La Tarde

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Prácticamente España entera ha salido a las calles para celebrar la Semana Santa. Ya sea por devoción o simplemente por admiración, millones de españoles disfrutan estos días de las procesiones y los pasos, siguiendo así con una costumbre que arrastramos desde siempre. No obstante, no solo es cuestión de admirar las imágenes que salen a las calles, sino que también es necesario tener en cuenta y valorar el trabajo que hay detrás, así como de toda la gente que trabaja a la sombra. Carpinteros, orfebres o incluso costureros. Este viernes en 'La Tarde' hablamos de la Virgen del Amor y el Trabajo, cuyo manto ha sido minuciosamente cuidado y adornado a manos de siete mujeres de la Hermandad de los Ferroviarios, en Granada.

Gracias a su trabajo y devoción, esta Virgen podrá lucir este Viernes Santo un manto que simula el cielo compuesto por unas 250 estrellas de orfebrería que han sido cosidas con amor, devoción y paciencia. Alicia, Sita, Loli y Ana se han pasado por los micrófonos del programa para contarnos todos los secretos de esta obra artesanal, que ha sido todo un reto para ellas. "En cada estrella se enganchaba el hilo y teníamos que actuar con las dos manos", ha confesado Alicia. Una serie de imprevistos que hizo que tardaran en coser unos "diez minutos o un cuarto de hora cada estrella". Por su parte, Sita ha asegurado que son "estrellas maravillosas".

"Las hizo un orfebre granadino, que quiso quedar en el anonimato. Cada estrella lleva ocho a su vez, que hemos tenido que ir cosiendo una a una. Ha sido laborioso porque la aguja se iba donde quería, no salía por donde tenía que salir...", ha lamentado. Un trabajo que, en el caso de muchas de ellas, ha sido menos complicado debido a sus antecedentes con la costura. No tanto para Loli, quien ha aprendido hace relativamente poco. "Llevo dos años con patroncillos. Es laborioso, pero no es difícil y esto haciéndolo con fe, sale todo".

Ana, por su parte, ha confesado tener ganas de ver su obra en la calle. "Cuando lo veamos en la calle, con la luz del sol, la sensación que nos dará será impresionante. Al tener eso dorado del mismo color que el hilo en oro, parece que son estrellas bordadas, pero son de orfebrería. Tenemos muchas ganas".

Un manto que, tal y como ha relatado Sita, fue donado por un gobernador civil que hubo en Granada en el año 1951. Ya que la iglesia de San Juan de Letrán estaba extramuros y cerca de allí vivían las monjas trinitarias, ellas "lo bordaron".