Va desde Gambia hasta Canarias solo, no puede pagar el viaje de su clase y este gesto da un vuelco a su vida

Es la historia de Saikouba, un joven de 18 años, que hace tres años viajó, siendo menor de edad, a Canarias. Su historia y lección de vida la cuenta en 'La Tarde'

Ana Rumí

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Solo 18 años, en medio de un país que no es el suyo, con un idioma que ha tenido que ir aprendiendo a la fuerza, y haciéndolo en soledad. Cuando comenzó esta aventura, apenas tenía 15 años, y lo único que quería era labrarse un futuro mejor y tener oportunidades que, en su país de origen, no tendría jamás.

Es la historia de Saikouba, un joven de Gambia que arriesgó su vida siendo menor de edad subiéndose a un cayuco para llegar a España. Eligió la ruta canaria para llegar a Europa, la más peligrosa y mortífera. Llegar a su destino le costó días, y, en cuanto lo consiguió, se acogió al plan de protección de menores migrantes, iniciando una nueva vida, estudiando en el centro Jaime Balmes.

Ahí ha comenzado a hacer su vida y forjar muchas relaciones muy fructíferas, y no hay día que no repita a sus amigos "te quiero", ya sea en persona, o a través de un mensaje. Ahora, con ellos, va a emprender un viaje que es toda una aventura para él: el de fin de curso.

Sin embargo, aunque salen ya el próximo domingo, conseguirlo no ha sido nada fácil y ha costado llegar hasta aquí. En La Tarde conocemos la bonita historia de este joven y de sus amigos.

El gesto que ha dado un giro radical a su vida

¿Te acuerdas de tu viaje de fin de curso del colegio? Ese que hacías por primera vez, acompañado de profesores e incluso padres, y rodeado de todos tus amigos. Era una experiencia única que nunca se borrará de tu memoria, y eso era lo mismo que quería Saikouba con todos sus compañeros al finalizar este año.

Sin embargo, esa aventura a Barcelona, Pirineos y Portaventura, no podría ser para él, porque no podía costearse el viaje. Apenas tiene dinero, está centrado en su educación, y lo poco que tiene es para enviárselo a su madre en Gambia, a la que echa de menos todos los días. Él mismo ya avisó de que no podría, por mucho que quisiera, asistir.

Saikouba con sus compañeros de clase

Esto tocó el corazón de Luis, uno de sus mejores amigos. "Mis padres me preguntaron y les dije que él me había contado que no tenía recursos para pagarse el billete. Les hablé de una propuesta para poner todos un poco para pagarle el billete" contaba en COPE.

Luis se lo contó a Marta, que dijo que había que ir inmediatamente a hablar con la jefa de estudios. "Nos dijeron que sí y nos dieron la propuesta de los boletos en vez de poner 25 euros todos" explicaba.

Lo que tenían que hacer era vender esos boletos en esa rifa en tiempo récord, y todo, a espaldas de su amigo. Por eso, cuando lo consiguieron, le organizaron una yincana para que descubriera el gesto porque querían que "después de tanto trabajo tuviese intriga y fuera emocionante".

Saikouba llegó a una clase vacía y allí encontró un sobre. Ese sobre le guio a distintas estancias del colegio hasta llamar a una puerta en la que se encontró con todos sus compañeros y un texto en una pizarra en la que le indicaban que sí podría ir al viaje con ellos.

"Yo me emociono porque se evidencia el esfuerzo de todo el colegio, una cosa es transmitirlo y otra es que esté transliterado en un hecho. Es una emoción que se hayan convertido en jóvenes, nuestro esfuerzo ha traído semejante oro" decía Beatriz, la profesora de Lengua Castellana de la clase.

El esfuerzo de toda una clase

Beatriz, su profesora, recuerda que en este colegio inculcan mucho a sus alumnos el sentido de la familia, porque lo importante es que ellos tengan los recursos necesarios para enfrentarse al mundo y que traten de integrar a todos.

"Tardaron tres semanas, poco tiempo, en cuanto al precio fue alto porque, a pesar de que el menor reside aquí, no se considera residente para pagarlo y les costó más caro que al resto. Su familia está en Gambia, lleva cinco años sin ver a su madre, lo que está deseando es darle dinero a su madre y no gastárselo" decía la profesora.

Saikouba con sus compañeros de clase

Por eso, siente que es un orgullo para todos ver cómo han actuado sus compañeros para costearle el billete. "Hablamos de un chico que ha venido aquí demostrando moralmente ser muy válido, es muy buen estudiante, se ha presentado al B2 de inglés y tenemos bastantes expectativas. Económicamente, no tiene posibilidades de estudiar" contaba Beatriz.

"Lo único que dice es "te quiero" tiene un amor mayor, nos ama y nos quiere, y es muy gratificado. Para él, esto significa dignidad, su primer viaje en avión y no un cayuco" sentenciaba.