La enfermedad del ocio, ¿existe realmente?

Esto le suele ocurrir a personas que llevan un nivel profesional muy exigente y acelerado que, al llegar el momento de parar, les entra más ansiedad que cuando están trabajando

Redacción La Tarde

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Muchos nos estáis oyendo desde el coche. Estáis empezando el puente o estáis empezando las vacaciones, alguno estará volviendo. Cada vez se habla más de síndromes que tienen que ver con las vacaciones. Se hablaba mucho y se sigue hablando del síndrome posvacacional. No sé si tú tienes síndrome posvacacional. Luego está el síndrome, también, prevacacional. Y ahora se habla de la enfermedad del ocio: de personas que se ponen enfermas durante las vacaciones porque el ocio las altera. Esto ¿es una patochada?

Bueno, hay quien dice que, precisamente, cuando se toman las vacaciones les vienen los constipados, le viene el dolor del reuma pero también hablan de la 'enfermedad del ocio' ¿Existe o no existe esta dolencia? La psicóloga María Jesús González ha explicado en 'La Tarde' que "no es una enfermedad en sí misma realmente, aunque se denomine así. Pero es una alteración que estaría considerada dentro de los síndromes de ansiedad".

Básicamente, son personas que tienen una dinámica de vida en donde el ritmo acelerado del trabajo y el estrés están incorporados de tal modo, que ocupa gran parte de nuestra vida. "Nos hacemos como un cuadrado, con nuestra estructura mental y que está en función de esas actividades profesionales", ha comentado Mª Jesús. Esto es característico de las personas que son "muy perfeccionistas, hiperresponsables, muy controladoras".

Además, también se caracterizan por ser "terriblemente auto exigentes, muy preocupadas con los objetivos que se marcan, cada uno en su propia responsabilidad profesional. Y, sobre todo, que son tremendamente perfeccionistas". Por lo que, cuando les dices "para", "les entra un vértigo brutal" y dicen "y ahora, ¿qué hago?".

¿Se puede prevenir?

Se puede. La clave está, tal y como dice la experta, en poner en nuestra vida diaria "momentos de ocio, momentos de disfrute, poco a poco", No tienen que ser muy largos, "quizás pequeños minutos y luego los vamos ampliando". Así, de forma progresiva, empezaremos a "cultivar también, dentro de nuestra dinámica diaria, no solamente actividad profesional todo el tiempo, sino también momentos dedicados a nosotros mismos".

Si echamos un vistazo a las culturas orientales, podremos ver que sus habitantes tienen esto, el dedicar breves momentos de tiempo a ellos mismos, muy interiorizado. No solo se hace meditación y yoga, también se hace el "mindfulness", "que no es otra cosa que estar en el momento presente, disfrutando".