"En esos momentos te puede más el instinto que la cabeza. Se vivieron instantes de mucha tensión"

Hay momentos que definen la vida de una persona. Instantes en los que descubres de verdad quién eres y cómo actúas cuando la vida exige lo mejor de ti. Ángel Hernández, jugador del Leyma Coruña de la Liga LEB Oro de baloncesto, conoce bien esa tensión. Más de una vez ha lanzado el tiro libre decisivo que puede dar la victoria a su equipo. Pero ganar un partido o un ascenso no es nada comparado con la responsabilidad de tener una vida en tus manos.

"En esos momentos te puede más el instinto que la cabeza. Cuando me dicen que necesitan a alguien no lo pienso mucho. Por suerte el señor rápidamente volvió en sí. Se vivieron momentos de mucha tensión."

Ángel volaba con su equipo a Palma de Mallorca, donde jugaban un partido de Liga ante el Iberostar Palma. Al poco de comenzar el viaje, se puso una película para que se le hiciera más corto el trayecto. Apenas pasaron 15 minutos, cuando un compañero se le acercó: "Ángel, que necesitan un médico." Ángel acababa de acabar la carrera de Medicina y tenía que enfrentarse a su primer gran reto. A más de 10.000 metros de altura.

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Uno de los pasajeros había perdido el conocimiento. "En esos primeros momentos hay mucha ansiedad porque el señor estaba inconsciente y  los familiares se pusieron nerviosos. Tenía antecedentes de otros episodios similares." Por precaución se decidió que lo mejor era aterrizar en Santander, muy cerca de Santiago, de donde había partido el avión. "El vuelo llegó con dos horas de retraso pero a ninguno nos importó porque el señor acabó bien."

A pesar del ajetreo, el equipo de Ángel logró vencer en Palma, culminando "un día redondo. Esa noche dormí genial."