Estela Baz: “En el País Vasco todavía tenemos preguntas que hacernos sobre ETA”

La escritora presenta la novela “Los niños de Lemóniz” en la que habla del drama del terrorismo desde el punto de vista de los niños

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La escritora bilbaína Estela Baz ha pasado por los micrófonos de La Tarde de COPE para hablar de ETA, de los niños, de las historias por contar y de las preguntas que todavía no nos hacemos sobre la banda terrorista. Precisamente este pasado 2018 se cumplieron 40 años del primer ataque contra la central nuclear de Lemóniz, un suceso que Baz utiliza en su nuevo libro “Los niños de Lemóniz” para darnos a través de una historia de ficción la perspectiva de los niños durante todo el conflicto de ETA o, como los llama la propia autora, las “victimas invisibles”.

Una novela que ve la luz en unos años donde proliferan los relatos y las diferentes perspectivas sociales del conflicto de ETA en el País Vasco. Unos años después del éxito de “Patria”, Estela Baz cree que el éxito de la novela de Fernando Aramburu dio pie a que pudieran contarse estas historias “de puertas para adentro”. Además, la escritora asegura que es necesario que “trabajemos en la memoria” y que hablemos sobre “qué ha ocurrido y dónde estábamos cuando ocurrió”.

El nuevo libro de Baz cuenta la historia de una madre que oculta a su hija la dura realidad de las consecuencias del terrorismo en el País Vasco. Nos cuenta Baz que se inspiró en una anécdota real de una amiga que vivió “junto a su hija” un ataque terrorista reciente en Alemania. Se emociona mientras nos habla de las historias que recabó para completar la historia y, mientras nos reconoce que ella sufrió el conflicto terrorista “de manera indirecta” y que desconocía muchísimos detalles, asegura que no quiere “ni imaginarse” lo que desconocerán aquellos “que ni siquiera lo han sufrido ni de forma directa ni indirecta”. Una novela difícil de escribir y es que, según relata la autora, le costó plasmar ciertas historias porque ella misma “rompía a llorar”.

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