Finlandia se suma a la tendencia hacia la ultraderecha: ¿Cómo puede afectar esto a Europa?
Tras el nombramiento del primer ministro Petteri Orpo, en La Tarde estudiamos con expertos de dónde viene este cambio de rumbo en un país caracterizado por sus políticas sociales
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A principios del mes de abril, hubo un país que quiso cambiar de rumbo: Finlandia. El país escandinavo tuvo elecciones parlamentarias donde los conservadores ganaron los comicios. El partido Coalición Nacional por Finlandia ha sido el encargado de conformar gobierno y lo hará con otros cuatro partidos, que son el ultraderechista Partido de los Finlandeses (PF) y otros dos partidos conservadores, los populares y los demócratas cristianos.
Esto supone un cambio de relevo con Sanna Marin. La anterior primera ministra tuvo que dimitir, ya que quedó tercera en los resultados. Pero, ¿cómo ha sido posible este cambio en un país caracterizado por sus políticas sociales? Para resolver estas dudas, en La Tarde, Fernando de Haro ha indagado en este asunto con José Luis Rodríguez Jiménez, profesor de historia contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos, y Moisés Ruiz, profesor de la Universidad Europea y experto en liderazgo político.
Como ha comentado Fernando de Haro, la entrada masiva de inmigrantes es una de las preocupaciones de los finlandeses, pero ¿por qué ha triunfado el discurso xenófobo? “A veces creo que triunfan las impresiones. (…) Habría que ver si todos esos votantes piensan sencillamente en la inmigración” señalaba Rodríguez Jiménez. Un discurso que, como ha explicado, tiene conexión con el Frente Nacional de la francesa Le Pen.
“La preferencia nacional realmente es algo muy genérico, pero que obtiene una alta rentabilidad en algunos países que tienen una tasa de inmigración importante y en otros como estáis señalando donde esa tasa es mucho menor” ha señalado el experto.
Ruiz ha matizado: la ultraderecha en otros países como Italia, Suecia o Alemania están teniendo “resultados mejor de lo esperado, elección tras elección”. A pesar de la buena calidad de vida, los finlandeses también tienen sus problemas, como una “deuda pública se eleva a 71% del Producto Interior Bruto” o la subida de precios como consecuencia de la guerra de Ucrania. Esto, sumado a la eliminación de subsidios sociales del anterior gobierno socialdemócrata que “no ven con buenos ojos los finlandeses”, ha hecho que se “impulse el voto a la derecha”.
Otra de las claves que ha marcado el discurso de la ultraderecha ha sido “la crítica a la Unión Europea”. Rodríguez Jiménez apela a que ha funcionado este discurso, ya que son considerados “partidos responsables para la ciudadanía”, es decir, “que participan en las elecciones y en las instituciones”.
Esto está conectado con “las críticas a las organizaciones supranacionales”, como es el caso del banco de Bruselas.”Llevamos un ciclo muy largo inestabilidad económica, desde la crisis del petróleo del 73. Nunca, hasta entonces, la crisis del capitalismo había tenido la brevedad que han ido teniendo desde entonces. El mensaje de que las instituciones supranacionales ya no funcionan” ha indagado el profesor.
Moisés Ruiz ha apuntado que este discurso “es un proteccionismo evidente y cultural”. En este sentido, la idea plantea que “hay que protegerse del enemigo exterior: Europa y la globalización que nos puede generar inmigración, que nos debilita nuestra moneda, que nos debilita como patria y nuestra identidad”.