Foto del día: "La niñica levanta el brazo derecho para sujetar mejor una fuente que lleva en la cabeza"

Fernando de Haro cierra el programa con una foto de La Vanguardia

Fernando De Haro

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La foto que me ha llamado la atención la publica la Vanguardia. Es un retrato tomado en el campo de un país lejano, un país en el que la sangre se derrama a menudo, la devastación de hombres que odian ha provocado que los caminos sean inseguros, que el dolor se haya convertido en un paisaje que parece tener siglos. El campo de la foto tiene árboles con hojas oscuras, hojas que parecen estar de luto. La protagonista de la foto es una niña con un traje de encaje negro y un pañuelo de musulmana. La niñica levanta el brazo derecho para sujetar mejor una fuente que lleva en la cabeza. La fuente está cubierta con un paño rosa. La mano que levanta le tapa media cara a la zagala. Y solo se le ve un ojo y la mitad de una sonrisa que le forma un arco en los carrillos. El ojo sonríe con confianza, con franqueza, con una luminosidad que enciende todo el retrato. Sonríe la pupila, sonríe la boca que casi no se le ve, y sonríe el arco que se le hace en la cara, y esa luz de esa media cara de la niña juzga al mundo entero, a los hombres viejos y resabiados, a los que mienten y a los que están satisfechos, a los sabios y a los brutos. La niña lleva en la otra mano una bolsa. La niña que no estudia y que trabaja va al mercado y al ser sorprendida gira su carita y su inocencia tiene el aire del paraíso y su alegría, por un instante, es como un rayo en medio del cansancio de ese rencor pensado y repensado, de ese dolor reiterado que siega las piernas, de toda la frustración y el cansancio por un cambio que nunca llega. La vida esperada se condensa en la luz que desprende la cara de una niña que camina hacia el mercado. Es verdaderamente extraño volver a pensar que todo irá mejor, no solo extraño es en cierto modo ilógico. Pero de pronto abres el periódico y hay una niña con pie firme, en un bosque de sombras, que sonríe. Inexplicablemente te quedas mirando, como si tuviera que ver contigo.