La foto de Fernando de Haro: "Es un baño sin el vértigo de un fondo que no se ve"

La foto del día de Fernando de Haro.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Foto del interior de un cuarto de baño pequeño en Ucrania. Es un cuarto de baño sin ventana, sin apenas luz. De hecho el fotógrafo ha tenido que usar una de esas antorchas artificiales a las que se recurre cuando no hay modo de hacer un retrato porque la oscuridad se lo come todo. La luz de la antorcha del fotógrafo se refleja como un fogonazo en una azulejos blancos. Una madre rubia con el pelo recogido en un moño alto por el calor y con una camiseta amarilla ha metido a su hija de pocos meses en un lavabo minúsculo. Un lavabo de esos que parecen una raja de melón. La niña también rubia, de espaldas, chapotea con precaución debajo de un grifo cuadrado. No hay bañera, no hay casi espacio en el cuarta de baño. Con esfuerzo la madre ha podido meter un cambiador viejo que ha debido heredar de otro madre porque se le ven las tripas. La niña chapotea en el charquito del lavabo pequeño y le da patadas al tapón que impide que el agua se vaya por el sumidero. Es un baño sin sabor a sal , sin cielos azules, sin la inmensidad de la mar oceana que hace pensar en esos horizontes infinitos que siempre parecen al alcance de la mano y que siempre se nos escapan. Es un baño sin la tentación de las sirenas, sin el cuerpo sumergido y leve, sin el cuerpo que se mueve como si estuviera otra vez dentro de la tripa de la madre, es un baño sin el vértigo de un fondo que no se ve, sin el picor del sol y la arena, sin la magia que tienen los lagos en las montañas. Es un baño sin muchas cosas, pero es un baño. El cuerpo desnudo, la piel mojada, el gusto de no estar seco.