La foto de Fernando de Haro: "Un cielo nublado y de un sol que intenta abrirse paso"

La foto del día de Fernando de Haro.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Todavía no se por qué he escogido la foto de hoy. Es un retrato en blanco y negro que hizo Lee Miller una de las grandes fotógrafas del siglo pasado. Es el retrato de una ventana, de una de esas ventanas blancas dividida por una cruz que sostiene los cuatro rectángulos de vidrio. Detrás de la ventana hay dos señores maduros que se agachan y la cara les cabe en los marcos de la parte baja. Uno es calvo y tiene los ojos claros. Encimas de unas ojeras y bolsas pronunciadas fulgen dos pupilas con el brillo de los que todavía esperan y se mantienen curiosos. El otro señor, entrecano, tiene la actitud de un suplicante, como si fuese un dibujo en una catacumba. Los dos tienen las palmas levantadas y las yemas de los dedos pegados al cristal. Son como dos mendigos que estuvieran encerrados dentro de un escaparate, dos mendigos que suplican alguna merced. Detrás de las caras y las manos se ve la gran habitación en la que posan, una habitación en la que al fondo se abren nuevas ventanas, nuevas vidrieras hacia un destino luminoso. Pero la cosa no acabá ahí. En la parte baja de la ventana, repasamos, las caras y las manos de dos hombres que parecen pedir, luego la profundidad de un salón muy grande. Y todavía, en esos mismos cristales el reflejo de la fotógrafa que sostiene la cámara delante del pecho. Todo eso en los marcos de la parte baja de la ventana. En los dos marcos de la parta alta el reflejo de un cielo nublado y de un sol que intenta abrirse paso. Insisto no se todavía por qué he escogido la foto.