La foto de Fernando de Haro: No han hablado una sola palabra con JFK pero les parece alguien de la familia

La foto del día de Fernando de Haro

Fernando De Haro

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La foto de hoy es de Lisl Steiner una gran fotoperiodista que murió en junio. El retrato, en blanco y negro con un tono sepia, inmortaliza los rostros de unas veinte personas que están muy juntas. Todos son hombres, salvo una señora con una montura atrevida. Todos miran a cámara con ojos que se asoman bajo un sombrero, detrás de unas gafas que parecen el culo de un vaso, miradas con ojos sorprendidos, serios, algunos todavía sobresaltados, ojos que parecen pedir una explicación.

Dos de los personajes de la escena levantan las portadas de dos diarios. Periódicos como sábanas con grandes titulares de dos o tres palabras. En uno de ellos se puede leer: JKF disparado, en el otro Kennedy ha sido disparado. Los ojos de la foto. Nadie sabe todavía que el presidente está muerto. Lo han visto en los últimos meses en la televisión, delante de los micrófonos, sabe hablar, lo han visto viajando, es convincente y parece joven. No han hablado una sola palabra con JFK, pero les parece alguien de la familia, un vecino del bloque. Y ahora le han disparado.

Estas cosas no suceden, un presidente de los Estados Unidos primero se convierte en un expresidente, luego tiene una serena madurez y muere con paz tras una ancianidad luminosa. Esto no estaba previsto, la vida y la muerte de una persona así se conoce de antemano, al menos los elementos esenciales. Hay policías, guardias, espías para que no irrumpa jamás el azar. Pero ha habido un tiroteo y JFK ha recibido un disparo en la cabeza. Nadie ha dispuesto qué viene ahora. Todos esperan una respuesta.