La foto de Fernando de Haro: "Lo que no hay es pasión por el sacrificio..."

La foto del día

Fernando De Haro

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Foto de un salón de baile iluminado y diáfano. Al fondo, las barras en las que las chicas se ejercitaban con vaporosos tules, con faldas de niebla, y con piernas largas. . Ahora no, ahora las chicas bailan con chándal, descalzas si acaso con el pelo recogido. En el centro del salón blanco de baile una discípula y una maestra negra. La niña erguida y con los ojos clavados en la profesora. La niña atentísima como quien escucha los secretos del mundo, atenta como solo lo están los que aman lo que miran, la niña trata de asirse con sus ojos oscuros a todas las enseñanzas que recibe. La bachiller en baile, mientras habla con pupila, se inclina ligeramente, atrasa una pierna y esboza una ligera reverencia. La bachiller en baile levanta las manos, invita a su discípula a adoptar un gesto simpático, cortés, afable. La niña que quiere bailar, cuando las compañeras de su clase ven alguna serie estudia porque la danza le lleva mucho tiempo, la niña que quiere bailar, cuando los amigos de su pandilla se toman un helado doble de nata y vainilla, bebe limonada para que no le pesen las carnes; la niña que quiere bailar entrena las manos para que hagan jazmines de aire, ejercita el alma para dibujar con su cuerpo galanes de noche, la niña que quiere bailar a veces se hace daño, hace ofrecimientos de voluntad y obsequios al arte. No se hacen obsequios ni servicios más que por alguna pasión, pasión por el baile, pasión por el buen comer, pasión por una moza, pasión por la fama, pasión por el entendimiento, pasiones bajas, pasiones altas. Lo que no hay es pasión por el sacrificio. Solo los que han perdido el juicio tienen esa pasión.