La foto de Fernando de Haro: "Que serán lámparas para luchar contra las sombras"
La foto del día
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La foto puede parecer a muchos la imagen de un parque temático, con sonrisas de pega, con alegrías ultraprocesadas y júbilos precocinados. Pero el contento, el contento de una madre y una hija siempre es sincero. La madre y la hija pasean por un cortijo en el que se cultivan calabazas, grandes calabazas redondas. Las matas son tan ralas que no se entiende que de plantas tan canijas nazca una hortaliza tan grande. Calabazas para todos los Santos huecas, con poca o ninguna carne. No sirven para pure, ni para croquetas ni para bizcocho. Calabazas criadas para abrirles una boca y unos ojos huecos, para hacer de ellas lámparas que espanten a las sombras. La madre de la foto -ya lo he dicho- sonríe divertida mientras carga con carretilla en la que su hija mira con mucha atención una calabaza a la que pronto le sacarán las vísceras de pepitas. La niña, como la madre, es rubia casi albina y la han peinado con dos coletitas. Cosecha alegre, la alegría no se puede fingir. Cosecha de calabazas que servirá para ahuyentar las sombras de los desaires, de los desdenes, de los rechazos, del desprecio, de los rigores de barcos hundidos, de niños con sed, de las devastaciones de los proyectiles, de los estrépitos. Cosecha alegre de calabazas que serán lámparas para luchar contra las sombras.