Ir a la guerra como voluntario: ¿Quiénes pueden optar a formación militar y cuánto se paga?
Hablamos con Astur. Se autodefine como operador en zonas de alto riesgo y explica en 'La Tarde' en qué consiste su trabajo y cómo se ha formado para ello
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Una compañía de Lleida, llamada Goa Tactical, ofrece cursos de formación para luchar en guerras y conflictos, entre ellos, la guerra de Ucrania.
Astur (nombre en clave) es una de las personas que ha terminado el curso y se va en unos días al Líbano con una empresa privada contratista militar y después, a Ucrania. ¿Por qué lo ha hecho? ¿Cómo ha conseguido los contactos y qué hará allí? ¿Cuánto cobra? Asegura a Pilar Cisneros en 'La Tarde' que no sabe exactamente lo que va a hacer allí, aunque insiste en que es a lo que se dedica.
Actualmente, la situación en el Líbano se ha complicado mucho más con los enfrentamientos entre Israel y Hamás. Cuenta Astur, que se autodefine como operador en zonas de alto riesgo, que no le preocupa ir hasta allí porque está preparado para actuar en zonas de alto riesgo.
Astur era miembro del Ejército y no es el único caso que toma este tipo de deriva profesional. Explica que el dinero es una de las causas fundamentales por las que va hasta allí. Ha preferido omitir el salario, pero es hasta cuatro veces más que lo que cobraba en España.
"Miedo no hay, pero respeto sí"
Sobre el entrenamiento, hay que tener una base y una experiencia demostrable. "Hay que tener experiencia con armas de fuego, cursos de capacitación. No es tan fácil entrar en una empresa de operadores", cuenta. Luego, durante unos días, tienen un entrenamiento más específico. "Hicimos un curso orientado a actuar con el conflicto de Ucrania. Volvimos a las trincheras como la I Guerra Mundial durante cuatro o cinco días. Es una guerra a la vez antigua y moderna. Hay drones y los cursos van enfocados al actual conflicto".
Después de ir al Líbano, se marchará a Ucrania con otros cinco españoles. Probablemente Astur vaya a primera línea en el conflicto. "Combate puro y duro. Miedo no hay, pero respeto sí. Estás en una guerra. Tienes que poner todos los sentidos en lo que estás haciendo. Mi familia está muy acostumbrada a que esté fuera de casa, pero respetan mi trabajo", argumenta en 'La Tarde'. Prosigue indicando que "la empresa te pone en contacto con un batallón allí que sea hispanohablante. Hacen que vayas ahí sin ir con palos de ciego. Y a trabajar".
El frío extremo y las temperaturas son factores a tener en cuenta en la guerra de Ucrania. Astur está casado, tiene hijos y asegura que "ellos lo toman como si fuese otra misión más de las múltiples que tiene".
A cursos como estos, en los que ha participado Astur, solamente se pueden apuntar policías, militares y gente con experiencia en combate. No civiles. Esta empresa, llamada Goa Tactical, lleva funcionando desde 1999. Han pasado por allí unas 1.200 personas.
"Intentamos realizar un entrenamiento lo más aproximado a la realidad"
Francisco Galván es el dueño de esta empresa. Los cursos que ofrecen "hay que tomárselos muy en serio. Tenemos 200 instructores repartidos por todo el mundo. Intentamos que la persona que vaya a un conflicto tenga las máximas garantías de tener una calidad de trabajo como operador".
Hablamos de conflictos como Ucrania, Líbano, o guerras que se producen en Sudamérica. Es necesario que sean personas muy formadas y, normalmente, "los grupos que nos vienen son gente que tienen formación militar española. Podemos ir a todo el planeta gracias a que no tenemos conflicto. Pero el momento en el que la persona se quiere aventurar para ir a trabajar fuera, el problema es que está realizado por personal que no ha estado en ninguno", afirma Galván en 'La Tarde'.
Añade que intentan, con esos cursos, "realizar un entrenamiento lo más aproximado a la realidad y verificar si la persona es apta para ir a trabajar".
"Sabemos con el 99% si esa persona realmente va a poder afrontar un conflicto o no", asegura. Un operador o un militar es alguien que "tiene unos principios y normalmente no va a caer al lado oscuro de la formación". Sin embargo, y concluye su intervención en 'La Tarde', un "mercenario no tiene principios. Eso no lo queremos ni tocar".