El infierno de las teleoperadoras: sin cobrar durante la pandemia, gritos de sus jefes y sin poder ir al baño

María y Fátima son dos teleoperadoras que han pasado hoy por 'La Tarde' para comentarnos la parte más negativa de un trabajo que, lamentablemente, está bastante infravalorado

Redacción La Tarde

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Estamos acostumbrados a escuchar a las teleoperadoras. Son personas que nos atienden si tenemos un problema con la luz o con el teléfono, o en otros casos que proponen nuevos servicios. María y Fátima, con nombres ficticios, son dos teleoperadoras que han pasado hoy por los micrófonos de 'La Tarde'.

María ha confirmado no tener estudios más allá del bachillerato. Cuando empezó en el mercado laboral, le empezaron a llegar llamadas de empresas de telemarketing, al ser la única opción que tenía la cogió. Lleva ya 15 años en el sector y dice que no se puede cambiar teniendo en cuenta cómo está el mercado.

Ha declarado que es de las pocas que no llama los clientes a la hora de la siesta, pero tiene compañeras que lo hacen, ya que "forma parte de sus empleos". Ha confirmado que deben tratar con personas con muy mal humor. Además, María ha explicado que esto lo hacen por el sistema de marcación que hace la llamada, no la hacen ellas. Ha asegurado que "esas bases de datos están tan machacadas que muchas veces hacen muchas llamadas al mismo usuario".

Fátima es otra telefonista, la cual ha trabajado desde los 18 años y confirma haber sido operaria, limpiadora, comercial y teleoperadora, donde lleva seis años. Ella ha estado tanto en emisión como en recepción de llamadas, afirma haber escuchado de todo. Ha explicado que la empresa normaliza los insultos, no solo de los clientes. En este sentido, Fátima ha afirmado que los coordinadores, muchas veces presionados por los jefes, gritan a las trabajadoras si el tiempo de llamadas que llevan no es el adecuado. Además, ha explicado que este hecho limita la calidad del trato hacia el cliente. La joven ha comentado: "Trabajo con 13 operadores a la vez y no puedo más, y encima me gritan".

Ha declarado que la función de emisión, hacer llamadas, es el más complicado, ya que no sabes en qué punto has cogido al cliente, el de recepción es el cliente el que busca y viene de manera más suave.

Paula reivindica lo que previamente había garantizado Fátima: "Es frecuente que el coordinador nos grite, le exigen a él unos datos y debe cumplirlos, debe realizar unos números de ventas de calidad a los que no puede llegar".

La teleoperadora ha afirmado que no puedes colgar al cliente bajo ningún concepto. Si estás mucho tiempo al teléfono, después de esa llamada te penalizan, y te quedas sin comisionar. La telefonista ha asegurado que "esto le sale rentable a la empresa". La joven recuerda el caso de compañeras que estuvieron dos meses sin cobrar por no llegar a los objetivos. También ha garantizado que en emisión de llamadas les piden unos objetivos como calidad o tiempo de la llamada y de no cumplirlos, está en juego su empleo.

Según los trabajadores están cronometrados hasta para ir al baño y hay que pedir permiso para todo, aunque al final la situación se lleva mejor o peor dependiendo del coordinador y de los compañeros que te toquen.

Muchas quejas en el aspecto económico

Es un sector conflictivo, se están llevando mucha parte del sector a países como Perú o

Según el último convenio que les han "obligado" a firmar, no tendrán subidas de sueldos hasta pasados los dos años. También han asegurado que no se les pagaron muchos de los servicios que tuvieron que realizar durante la época de pandemia. Las empresas seguían funcionando y aunque la ley de trabajo a distancia decía que le debía pagar a los trabajadores, ellas han afirmado: "No han pagado ni un duro".

De igual manera, Fátima ha señalado que durante los picos de llamada no les dejan ir al baño, "ni siquiera para el periodo", por miedo a regañinas se deben aguantar.

Han explicado que los problemas de salud más comunes suelen ser las contracturas y dolores de cabeza. La voz también se resiente. Otro factor es que por el estrés y la ansiedad, hay mucho absentismo y gente con depresión. Además, según ellas mismas, todos los teleoperadores pasan por alguna de esas fases en algún momento en estos trabajos.