Lorent Saleh sobre su encierro en 'La Tumba': "La tortura es algo muy humano"

Lorent Saleh, Premio Sajarov 2017 junto a otros opositores venezolanos, cuenta en 'La Tarde' cómo es la vida en 'La Tumba', la cárcel donde fue torturado

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Esta es la historia de una lucha, la misma que mantienen muchos venezolanos, la lucha por la defensa de los derechos humanos ante un régimen totalitario, que suma 234 presos políticos y mantiene al pueblo bajo el puño del terror. Lorent Saleh inició su activismo en 2007 fundando el movimiento estudiantil “Operación Libertad”.

Lorent sufre agresiones físicas en repetidas ocasiones y en 2013 decide salir de Venezuela para contarle al mundo lo que pasa en su país. En 2014 inicia una gira por Costa Rica y Colombia en la que denuncia las violaciones de los derechos humanos durante las protestas estudiantiles. En Colombia es detenido y entregado al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, el temido “Sebín”, y de vuelta en Venezuela es encerrado en “La Tumba”, una mazmorra que está 5 pisos bajo tierra, en el que no hay ventanas, ni luz natural, ni relojes y en el que sólo se escucha el sonido ensordecedor del metro. Lorent es el preso venezolano que más tiempo ha pasado en La Tumba, 26 meses. Su madre, Yamilé Saleh, denunciaba las torturas a las que fue sometido.

El 12 de octubre de 2018 finalmente es liberado y desterrado a España, donde se encuentra ahora mismo. Lorent Saleh, ha sido galardonado con el Premio Sajarov 2017 y activista venezolano por los derechos humanos.

"Me detuvieron en Colombia, me secuestraron, me incomunicaron de familia y abogados, y me entregaron al Sebín en la frontera, y ahí me metieron en 'La Tumba' más de dos años". Así llegó el opositor al régimen al penal más temido en Venezuela, según ha contado en 'La Tarde', donde mantiene que su detención responde a una negociación entre el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y Nicolás Maduro, medio del proceso de paz de Colombia. "Era un chantaje de Maduro a Santos para no alborotarle la guerrilla".

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Pero, ¿a Saleh le dieron alguna excusa para la detención? "Nunca hubo orden de captura, nunca hubo una solicitud de la Interpol. Nunca hubo un proceso. Hasta hoy no hay una acusación firme en mi contra. En mis cuatros años que estuve preso nunca me hicieron ni la audiencia preliminar ni el juicio".

Una vez detenido, Saleh es llevado a 'La Tumba', "el edificio donde asesinaron al concejal Albán", expone convencido Saleh, para quien en el caso de que el concejal se hubiese suicidado, "hubiese sido un suicidio no es menos grave, todo lo contrario. Es la muestra de lo que es capaz de hacer un estado terrorista". 

Ya dentro, el opositor venezolano sufrió torturas tanto físicas como psicológicas, pero se centra en estas últimas. "La torturas psicológicas son graves, porque las torturas físicas dejan marcas, pero sanan, se curan. Pero cómo te curas el corazón, la mente".

"Las torturas psicológicas tienen que ver con eso, con el aislamiento absoluto. En mi caso duré meses sin ni siquiera saber la hora. Tuvo que hacer una huelga de hambre de 18 días pasado el año para saber la hora", continúa recordando Lorent en los micrófonos de 'La Tarde'.

A Lorent Saleh lo mantuvieron "sin saber nada, sin ver colores, con un fío supremo" y además recibiendo amenazas para él y su familia. 

"Todo este sistema de tortura y de terrorismo es con la intención de hacer que las personas declaren y sean parte de simulaciones de hechos punibles. En Venezuela hay más de 400 presos políticos de los cuales más del 90 por ciento son falsos positivos. Gente inocente que es detenida sometida a tratos inhumanos y degradantes con el objetivo de que esa persona declare y haga vídeos a favor del Gobierno para fortalecer su narrativa", expone Saleh.

Y eso pasa en La Tumba, "un centro de tortura que no es venezolano, ahí se siente la influencia extranjera cubano rusa".

La luz blanca es un elemento más de tortura: " Una persona expuesta a la luz blanca intensa durante días eso genera un dolor en el organismo muy intenso. Y le pueden tomar una foto a esa persona y eso no lo registra".

En esas condiciones se pierde la noción del tiempo: "No solo es saber si es de día o es de noche, es que no sabes si dormiste una hora, cinco horas o diez minutos".

Con estas técnicas, según Saleh, lo que pretenden los torturadores es "jugar con la mente, hostigar siempre al individuo". 

De 'La Tumba', después de más de dos años, a Saleh lo llevaron al Helicoide, el otro centro de torturas. Allí "había menores de edad secuestrados, mucha gente secuestrada que nadie sabía cómo habían desaparecido".

Pero, ¿cómo resiste el opositor venezonlano a todo eso? "La oración y la meditación son fundamentales para aguantar esos niveles de presiones".

Qué ha supuesto esta etapa para el opositor venezolano. "Esos cuatro años fue una experiencia muy humana. Es la experiencia con Dios y al mismo tiempo con el hombre". Y ahí, en esa experiencia, Saleh llega a la conclusión de que "la tortura es algo muy humano. Es decir, el hombre es capaz de hacer cosas muy horrendas, pero también es capaz de hacer cosas maravillosas y nobles en medio de un infierno".

Ahí dentro, "uno llega hasta dudar", pero "Dios se acuerda de uno", lo que "es duro" porque piensas que "Dios está molesto conmigo". "Pero después vas entendiendo que esas experiencias tienen una razón. Lo más seguro es que uno tiene que aprender muchas cosas antes de salir para poder seguir luchando por la libertad y la democracia y elevar la conciencia de muchas personas".

Pero llega el momento de ser libre, algo para lo Saleh no estaba preparado: "Yo estaba preparado para todo, menos para estar en libertad. Fue sorpresivo. Este año habían terminado de liberar a todos mis compañeros de 2017 y a mi no me liberaban".

Por ello, el oposito venezolano "necesitaba matar la esperanza de que iba a salir en libertad para no sufrir, porque ilusionarse con que vas a ser libre es muy duro".

Pero "un día me dicen recoge tus cosas y empiezas un nuevo proceso. Podría ser cualquier cosas. Me llevan al aeropuerto sin que mi mamá supiera. Y en el salón estaba el embajador de España y ahí supe que era verdad que me iban a soltar".

Lo traen a España, donde tiene claro, según ha contado en 'La Tarde', que su lucha sigue viva contra el régimen chavista: "Mi lucha sigue más que nunca. Empezó cuando estaba en libertad, y dentro hice todo lo posible para que el mundo supiera lo que estaba pasando allí dentro".