Los panaderos critican la situación por la subida de la luz: "En los últimos 4 meses he pagado 3600 euros más"

El sector de la panadería apagarán sus hornos este viernes como símbolo de protesta por la enorme subida de la factura de la luz, donde habría incrementado, al menos, un 40% más

Redacción La Tarde

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En España, hay muchas panaderías que encienden sus hornos de madrugada y no se apagan hasta el mediodía. No obstante, todavía son muchos más las empresas panaderas las que mantienen los hornos todo el día encendido. Al menos 12 mil locales dan empleo a casi 200.000 panaderos en todo el país. Pero existe un problema: la factura de la luz. Durante este 2022, sus facturas se han incrementado un 40%, ahogando más un negocio clave en la sociedad española. Es por eso que mañana, 28 de octubre, como acto reivindicativo, harán una parada simbólica apagando los hornos durante 15 minutos. Un primer paso que tienen que dar para que ese pan se mantenga vivo.

Panaderos como Eduardo Villar, del Horno Arguiñano de Logroño llevan desde las 3 de la mañana despierto y hasta que ha atendido a Pilar Cisneros durante el programa de 'La Tarde', solo se ha podido echar a descansar una hora: "La vida del panadero es complicada. Hemos dormido un ratito". En su negocio se vende muchísimo el pan caliar, con una masa y un proceso de horneado que aguanta varios días y es muy típico consumirlo en Logroño. Villar nos explica, además, cuánto paga por la factura de la luz en su negocio: "Hace cuatro meses pagaba 1500 euros. La última factura es de 5.100 euros. Nos han metido un incremento por el tope del gas, no nos han renovado el contraro las empresas gasísticas y además ha subido la harina, los huevos y el aceite. Ha subido todo y nosotros no podemos repercutirlo en la barra final".

Otro panadero que ha sufrido este tipo de subides desorbitadas en la factura de la luz es Daniel Flecha, panadero en León. A él le suena mucho lo que contó Eduardo Villar en el programa de 'La Tarde': "He pasado de pagar 2.000 y poco a unos 5.200, aproximadamente". Daniel, que pertenece a una larga saga de panaderos, nunca ha vivido algo así: "Yo aprendí desde chico que cuanto más pan hagas, mejor. Pero ahora la tesitura es que los costes no están asfixiando. Hace unos años hubo un movimiento en las panaderías para recuperar productos de antes y más saludables y toda esa dotación que hicimos ahora nos obliga a incrementar todo".