Nueva ley de residuos en Cataluña: plantea pagar 20 céntimos más para facilitar el reciclaje de colillas

Las tabacaleras tendrían que responsabilizarse de la recogida de las colillas y no los ayuntamientos, quienes eran los encargados de llevar a cabo las limpiezas urbanas

Redacción La Tarde

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El departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat estudia incluir la recogida de colillas como residuo. Esta medida estará en la próxima ley catalana de Residuos para el 2023. Esto es similar a lo que se hacía con los tapones de las botellas de cristal: se pagaba una fianza para que el vendedor se asegurase de que el comprador se lo devolvería.

Solo en Cataluña se venden 427 millones de paquetes de tabaco al año. La mayor parte de las colillas de los cigarrillos acaban en los suelos o en las playas, a pesar de ser un residuo muy contaminante.

Julio Barea, responsable de residuos y portavoz de Greenpeace, ha explicado en 'La Tarde' por qué las colillas tienen un gran impacto sobre el medio ambiente, ya que son residuos plásticos. Según la nueva ley de residuos, se consideran deshechos de usar y tirar. "Esto que se está comenzando a tener en consideración en Cataluña, se tendría que tener en cuenta a nivel estatal", según Barea, de tal forma que las tabacaleras tendrían que responsabilizarse de la recogida de las colillas y no los ayuntamientos, los encargados de llevar a cabo las limpiezas urbanas.

Además, dentro de las limpiezas de mares, playas y costas, las colillas son las que más abundan y “tardan décadas en degradarse”, según el experto, ya que contiene sustancias químicas y los componentes son contaminantes. Entre los problemas ambientales, el experto no solo ha mencionado las colillas, sino que además ha subrayado que en España se venden diariamente 51 millones de envases de bebida, de los cuales sólo se recogen 20 millones, es decir, hay como 30 millones de los envases que acaban perdidos. Por lo que las botellas también tendrían que retornar para poder recuperar dinero.

De esta forma, ha explicado que la concienciación se hace cuando el usuario ve afectado su bolsillo. Esto no es nuevo, sino que hace años que la idea está ahí, será una forma de reciclar a la antigua. Antes, se dejaba una fianza con las botellas de cristal, pero esto se podría extender a otros residuos. Esta medida supondría un bien para el medio ambiente y para la economía.