El psicólogo Ángel Peralbo, en La Tarde: “Querer es fácil, pero querer bien hay que currárselo”

En el Día de San Valentín analizamos qué se esconde detrás de la química del enamoramiento y como manejarlo cuando te sobreviene

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Es el día de los enamorados. El día de las rosas, las cajas de bombones y las colas en la puerta del cine. El 14 de febrero. Un proceso, el amor, que se da cuando encontramos a alguien que nos quita el aliento, que nos hace distraernos en el trabajo, en la casa o en el gimnasio y perdernos en ensoñaciones con esa persona. Un estado que, lejos de venir de la magia, viene de la química. Así nos lo asegura Ángel Peralbo, psicólogo de cabecera en La Tarde de COPE que no olvidemos que “aunque San Valentín puede ser un día especial, no deja de ser una excusa para expresar el amor por esa persona” y que hay que dar muestras de ello cada día.

“Somos dosis química, y el enamoramiento, el impacto, es aumentar en grandes cantidades la neuroquímica, un impacto positivo” apunta Peralbo que recuerda también que, aunque el principio es una parte muy bonita, después hay que “saber estabilizarla, o bien fomentarla, o bien ignorarla”. “Hay veces que es un subidón, y se apaga inmediatamente, porque hay una parte del cerebro que nos dice por aquí no”. No hay que olvidar que el enamoramiento es una carga importante de dosis química que no sería soportable durante todos los días.

Volviendo al tema de San Valentín, Peralbo subraya que cada persona sabe si la otra persona le quiere, no por lo que haga ese día, sino por “una mirada”, “un gesto”, o “cómo te trata”. Hay que tener cuidado también después de estabilizar ese enamoramiento, con la “habituación”, ya que puede provocar que, mientras ahorramos energías, caigamos en la desidia. “Querer es fácil, pero querer bien... Ya no tanto, eso hay que currárselo”.