Un sueño por cumplir: ser Reina del Carnaval

Saida Prieto regresa con más fuerza al escenario del Carnaval de Tenerife tras el grave accidente de hace cinco años

Borja Martínez

Publicado el - Actualizado

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Son las 22:15 de la noche del 7 de febrero de 2013. Saida, 25 años, está a punto de cumplir su sueño: participar en el concurso para elegir la Reina del Carnaval de Tenerife. Todo está preparado en el backstage. Ya se ha enfundado la enorme fantasía con la que va a interpretar a 'Isis, la reina de los dioses'. Un segundo después, Saida está envuelta en llamas. El fuego abrasa la estructura de su disfraz y poco a poco, su pelo y su piel. Sus gritos estremecen a los presentes, que corren para intentar extinguir el fuego. Las llamas habían sido provocadas por unas bengalas que incorporaba la fantasía de la concursante que la precedía, y que se dispararon accidentalmente.

Horas después, Saida se despertó en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, con medio cuerpo abrasado. Las quemaduras le impidieron moverse en dos meses, en los que se sometió a más de 14 intervenciones. La reconstrucción ha sido complicada, curar las heridas psicológicas, casi más que las físicas. Pero cinco años después, Saida ha recuperado la sonrisa y ha decidido retomar su sueño: ser Reina del Carnaval.

"Yo creo que lo que me pasó jamás lo voy a olvidar, siempre quedan secuelas. Tengo un 70% del cuerpo injertado"

Hemos hablado con ella en 'La Tarde', donde nos ha contado cómo se encuentra mentalmente: "Yo creo que lo que me pasó jamás lo voy a olvidar, siempre quedan secuelas. Tengo un 70% del cuerpo injertado". Un bache que le ha puesto la vida, y contra el que ha decidido luchar: "Decidí no rendirme por mi familia y en especial por mi hija." 

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Saida Prieto en 'La Tarde' 

Durante el proceso de recuperación la que más sufrió fue su hija, que en aquel momento tenía tan solo 3 años: "Al principio veía que mamá no llegaba a casa. Le decían que mamá se había ido a trabajar fuera". El momento más gratificante fue cuando la vio por primera vez después del accidente: "Cuando llegué me quería abrazar con todas sus fuerzas, pero no podía, le dije que mamá tenía pupas". Una relación que la llevó a luchar con fuerza por cumplir de nuevo su sueño: "Ella siempre dice que soy la mejor mamá del mundo por haberme puesto de nuevo guapa". 

Saida superó todos los escollos luchando como una campeona. Exactamente cinco años más tarde se encuentra totalmente recuperada: "Hoy por hoy estoy feliz de que el día siete pueda cumplir mi sueño". 

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