Andreína emigró de Venezuela hace 5 años: “Encontré trabajo muy rápido, la demanda en España es muy alta”

Aunque es complicado dejar atrás un país, es imprescindible buscar un futuro en la vida: A veces hay que migrar a otro país

David Nieto Cortés

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Que la vida del migrante es muy complicada es algo sobre lo que no hay dudas, especialmente cuando estas personas, que cada una tiene su nombre, identidad y sentimientos. Y es precisamente esa vida difícil que se les presenta en el futuro de su país la que les lleva a marcharse en busca de una vida mejor.

Aunque los casos más sonados en nuestro país son los de los migrantes provenientes de África, vía marina en cayucos o pateras, hay otros muchos que vienen de más lejos. América del sur es uno de los lugares que más tensionados están en el mundo, y en países como Venezuela se viven auténticos episodios de pobreza, desigualdad y persecución a quienes se oponen al régimen de Maduro.

Son muchos los venezolanos que huyen de su país a otros países aledaños o también para tomar un avión que les traiga a España, donde muchos rehacen sus vidas. Además, en el caso de quienes provienen de hispanoamérica, no tienen apenas ningún problema en lo que respecta al idioma, ya que aunque algunas expresiones varían, la lengua es la misma.

Un caso peculiar

La situación de Andreína es singular, no hay muchos como ella, que quiso volver a Venezuela después de haber estudiado en España. Cuando terminó el bachillerato, volvió a Venezuela, un país que aunque todavía no estaba en la situación actual, ya comenzaba a degradarse. Aun así, Andreína estudió allí medicina y se especializó en cirugía general, pero al regresar a España, no le servía su título, una traba que le costó 5 años de espera durante los que solo pudo ejercer como médico de familia.

Pilar y Andreína en Toledo

Además, la de médico de familia es una de las profesiones más demandadas en España. Faltan 4500 médicos de este tipo y es porque es una profesión que muy pocos quieren por sus condiciones de trabajo, pero que Andreína ocupó hasta que hace un año entró en el área de inspección médica del SESCAM, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Aunque Andreína ha tenido ciertas facilidades porque su madre es española y su padre venezolano. Esto hace que a la hora de conseguir papeles y permisos sea mucho más fácil, pero aun así, ella es plenamente consciente de los problemas a los que se enfrentan las miles de personas que vienen.

      
             
      

Encontré trabajo de médico muy rápido, la demanda en España es muy alta”, afirma la venezolana, que también dice que, aunque su acogida en España en general ha sido siempre muy buena, hay procesos en las oposiciones en los que ha recibido algún comentario o mirada que no sean lo más agradable y afeaban su presencia.

La vida en España

Lo cierto es que tras más de cinco años trabajando, Andreína se siente bien de haber podido hacer su vida en Toledo. Actualmente ella está casada con un colombiano en España y tiene dos hijos. “Me gustaría tener otro Hijo, pero la conciliación familiar es difícil” afirma la médico.

Pilar y Andreína en Toledo

Además, en los últimos años, la inmigración se ha convertido en muchos casos en el motor económico de muchos sectores en nuestro país, pero no solo en lo laboral, sino también en cuanto a la pirámide de población y otro asunto, en el que España tiene un gran problema: la natalidad, algo que se complementa con la llegada de migrantes.

      
             
      

Aunque Andreína afirma que la calidad de vida que tiene en España es muy buena, “emigrar es un paso muy difícil, que cuesta mucho y en el que se dejan muchas cosas atrás”, dice. Y ella siempre echa de menos su país y le da mucha pena la situación de Venezuela.

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